Francisco Gómez Paz: uno de los mejores diseñadores argentinos que brilla en Europa

Francisco Gómez Paz, flamante Premio Konex 2022 en la categoría Artes Visuales

"Yo sé lo que es ser el peor de la clase. Siempre". Contundente, con una dosis altísima de resiliencia, uno de los mejores diseñadores argentinos revela lo mal que la pasó en la escuela primaria. Con una dislexia no diagnosticada, a Francisco Gómez Paz, flamante Premio Konex 2022 en la categoría Artes Visuales, le hacían bullying . Sus compañeros y hasta su maestra, que le pedía que leyera en voz alta intencionalmente. "Tuve una infancia muy sufrida, escondía el boletín para que mis padres no vieran las malas notas. Siempre fui el último", dice tajante.

A veces los últimos son los primeros, y en el caso del diseñador industrial salteño que brilla en Europa, esta premisa se cumple a rajatabla.

Con un padre arquitecto y una mamá jueza, un matrimonio de profesionales brillantes, a Francisco le costaba encontrar el reconocimiento. Hasta que, en una prueba de Matemáticas, ya en la etapa secundaria, su desempeño fue tan relevante que la profesora lo felicitó en público por su buen nivel. "El único trabajo bueno es el de Francisco", dijo la docente. "Pensé que se había incorporado un chico nuevo a la clase con el mismo nombre que yo", recuerda el doble ganador del Compasso d’Oro, el equivalente al Oscar del diseño industrial que entrega la Asociación del Diseño Industrial Italiano (ADI).

El diseñador industrial salteño en la premiada silla Eutopia

Francisco atravesó esa etapa y guardó los recuerdos amargos en una carpeta personal. Hasta que lo citaron del colegio italiano de su hija para comentarle que habían detectado las mismas señales que dificultaron su lectoescritura durante la niñez. "En tres minutos armaron un dispositivo, la acompañaron y salió adelante", cuenta sobre el camino recorrido por su hija, que hoy estudia diseño en Milán.

El diseñador pasó su infancia desarmando juguetes, sanos y nuevos en general, para armar otros . Hubo un invento, sin embargo, que fue clave para definir su vocación: un barco a vapor realizado con piezas de un auto a control remoto y un motor. "Ese día sentí la emoción de concretar un proyecto, de la imaginación a la realidad", dice el autor de la silla Eutopia, Máster en Diseño Industrial por la Domus Academy. Graduado en la Universidad Nacional de Córdoba, craneó esta silla de apenas 1,8 kilos entre su laboratorio creativo con base en su Salta natal y los 13 mil kilómetros que lo separan de Milán, la usina industrial italiana...

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