Forzada vida de encierro en el hotel

LEIPZIG.- En un seleccionado de fútbol que acude a un Mundial, la logística ocupa un lugar tan preponderante como los planteos de juego. La prioridad es crear las condiciones de vida y preparación más beneficiosas y confortables para que un plantel pueda dar el máximo en lo deportivo. La Argentina tiene cubiertas todas esas necesidades en su concentración de HerzogsPark, en Herzogenaurach. En ese predio que ocupa en exclusividad, la delegación tiene privacidad, alternativas de entretenimientos para los momentos de ocio y un entorno despejado. Un sitio ideal, en síntesis.

Por la proximidad entre el empate con Holanda y el partido de hoy ante México -separados sólo por tres días-, en el seleccionado tomaron la decisión de viajar directamente de Francfort, sede del último encuentro, a esta ciudad, para evitarse un viaje (de volver a Herzogenaurach y trasladarse el día después a Leipzig).

Así, el plantel se ahorró horas de ómnibus, pero al costo de cambiar el estilo de vida que llevaba, ya que aquí se hospedó en el hotel Renaissance, en cuyo lobby y parque de entrada siempre hay muchas personas y periodistas a la expectativa de que aparezcan los jugadores. "No queremos bajar ni para enterarnos de lo que pasa. Preferimos mantenernos alejados de todo el ruido", comentó uno de los integrantes del cuerpo técnico. En el seleccionado saben que un triunfo ante México no sólo traerá alegría en lo deportivo, sino también alivio porque le permitirá continuar la preparación en Herzogenaurach, a la espera del partido por los cuartos de final del viernes próximo, en Berlín.

En su vida de hotel, los jugadores cambiaron mucho la rutina que traían. Sólo dejan...

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