Foro Mundial del Agua

AutorCarlos Iaquinandi Castro
CargoRedacción de Servicio de Prensa Alternativa

Usted preguntará por qué cantamos cantamos porque el río está sonando y cuando suena el río / suena el río cantamos porque el cruel no tiene nombre y en cambio tiene nombre su destino (...)

Mario Benedetti

La declaración final del Quinto Foro Mundial del Agua (Estambul, marzo 2009), revela la falta de acuerdo de la reunión que congregó a representantes y expertos de más de un centenar de países. Como ocurrió hace tres años en México, una mayoría de países encabezados por Estados Unidos rechazó la propuesta de que el agua constituye un "derecho de la humanidad" y no aceptó incluir ese concepto en el texto final.

Tras análisis, exposiciones y debates que se prolongaron durante una semana, el texto aprobado reemplaza los términos propuestos por varios países latinoamericanospor la obviedad que afirma que el agua "es una necesidad básica".Otra estafa a la expectativa de los pueblos, que contemplan como gran parte de los dirigentes de las naciones del planeta, hacen un encuentro tan costoso como inútil en el que siguen escamoteando las soluciones que esperan los pueblos.

Y terminan redactando declaraciones de buenos propósitos, que como ocurrió en Kyoto, olvidan compromisos anteriores para reducir la cifra de seres humanos que no tienen acceso al agua potable, estimada actualmente en más de 1.200 millones de personas. Los que aspiran a continuar con el control del planeta, de su comercio y de sus recursos estratégicos, han conseguido en este caso el respaldo de algunos de aquellos que disponen en sus territorios de generosas reservas.

La lectura real que debe hacerse de esta retórica hueca es que la doctrina de los poderosos sigue siendo "El agua es para el que se apropia de ella".

Foro Mundial del Agua: niegan que sea un bien de la humanidad

El Quinto Foro Mundial del Agua celebrado en Estambul congregó a unas veinte mil personas, y por él pasaron representantes y expertos de más de un centenar de países que debatieron durante una semana diferentes aspectos de la crisis que plantea la falta de acceso de millones de personas en todo el mundo al líquido vital para la subsistencia.

Como suele ocurrir en estos grandes foros internacionales, terminó con un fabuloso dispendio en viajes, organización, agasajos, comidas y difusión, pero con un magro resultado en lo que realmente importaba, que es avanzar en una solución justa, razonable y sostenible para los casi dos mil millones de personas que en distintas partes del planeta carecen o tienen enormes dificultades para conseguir un mínimo de agua potable.

En medio de una crisis profunda del sistema capitalista y la certeza de que las políticas globalizadoras han provocado un aumento en la brecha entre pobres y ricos, el futuro del agua era una posibilidad de comenzar a corregir ese rumbo de catástrofe que lleva la humanidad.

Sólo el 2,5% del agua del planeta es dulce, y de ella, menos de la mitad está en condiciones de ser utilizada por los seres humanos para cubrir sus necesidades elementales.

Las Naciones Unidas estiman que más de un millón doscientas mil personas, en especial en América Latina, Asia y África padecen en diversos grados de la escasez de agua.

Según el Fondo de Población del organismo internacional, si no se toman medidas urgentes, dentro de 25 años, una de cada tres personas en la tierra tendrá poca agua o no conseguirá siquiera acceder al mínimo necesario para sobrevivir.

Veinte países firmaron una declaración en disidencia para reafirmar el principio de que el acceso a agua potable y el saneamiento constituye un "derecho humano básico", más que una "necesidad humana" como afirma el texto oficial que impulsaron...

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