El fin de la fantasía y la era de las imposturas

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Un rasgo sobresaliente del populismo consiste en ignorar los desequilibrios que generan las decisiones para el mediano plazo . El futuro se sacrifica en el altar del presente . El kirchnerismo atravesó muchos años con esa despreocupación. Néstor Kirchner se lo dijo a un azorado Ramón Puerta , en un restaurante madrileño, en febrero de 2004: "Voy a gobernar sin pagar costos". Esa fantasía ha llegado a su fin. La razón está a la vista: se acabó la plata . Este final amargo acelera la crisis. Precipita las inconsistencias. Es imposible desentenderse de lo que vendrá. Con la inflación arañando los tres dígitos y el Banco Central carente de reservas, el futuro es esta noche . Llegó, por lo tanto, la hora del ajuste . El Frente de Todos navega en un mar de contradicciones entre lo que hace y lo que siempre ha predicado. El desafió de gestión más importante es la gestión de la incoherencia, que trata de resolverse con una espesa capa de impostura .

La relación con el sindicalismo es uno de los escenarios en los que se expresa este conflicto. La CGT realizó este miércoles una manifestación deshilachada. Sus dirigentes no quieren enfrentar a Sergio Massa . Las alternativas que pueden sobrevenir a su fracaso, una radicalización de Cristina Kirchner o un avance de Juntos por el Cambio, son dos pesadillas. Uno de los sindicalistas que caminó ayer hacia el Congreso lo expresó de esta manera: "Estamos subidos al Tren de la Costa. Nuestro único destino es Tigre". Sin embargo, no pueden callar frente al deterioro salarial que produce la inflación.

Por eso, apáticos y dispersos, buscaron ayer recuperar algún protagonismo. No fue fácil. Las columnas partieron de lugares distintos para evitar identificaciones enojosas entre sectores. Los camioneros casi no movieron gente. El frío y la llovizna no ayudaban. Igual hubo lugar para el humor: "Ni siquiera ‘Cloro’ movilizó a sus muchachos de CyE". El chistoso, que caminaba por Avenida de Mayo cubriéndose del viento con una pancarta, se refería a José Luis Lingeri y la empresa constructora que le atribuyen en el ambiente sindical. La compañía cobró notoriedad cuando se supo que realizó trabajos en la estancia La Vanguardia, de Daniel Guerra . Es la propiedad que en San Andrés de Giles denominan "lo de Massa". CyE disfruta de contratos ventajosísimos en AySA, la empresa que dirige Malena Galmarini . Además de estar siempre cerca al espionaje, Lingeri sería constructor. Casi un Leonardo Da Vinci.

Este miércoles quedó al desnudo un gremialismo invertebrado . Ni siquiera entre los Moyano hay armonía . Facundo defendió a Massa, a quien presentó como el hombre capaz de estabilizar la economía. Y defenestró a Alberto Fernández : "Cuando había inflación con Macri, el responsable era Macri. Pero ahora que hay inflación con Alberto, los responsables son los formadores de precios". También apuntó contra Cristina Kirchner: "Yo a Alberto lo voté, pero no lo elegí. Alguien lo eligió". Su hermano Pablo, en cambio, acusó por los problemas al sector privado. Propuso estatizar el mercado de granos. Una idea que hace juego con las diatribas del kirchnerismo sindical, encabezado por Walter Correa , contra los productores agropecuarios. Correa aspira a reemplazar en el Ministerio de Trabajo bonaerense a la académica Mara Ruiz Malec , quien ya fue destinada a la AFIP. Nadie en este universo, cercano a la vicepresidenta y a su hijo...

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