Explota la cumbia pop, cover, cheta

Era 1995. Un grupo llamado Sombras -creado en 1980, en Jujuy, por Juan Zapana- llegaba al punto más alto de su carrera y daba paso firmes fuera del circuito de música tropical y los programas ómnibus de cumbia de los sábados. El disco Boquita de caramelo y, especialmente, su hit "La ventanita", no sólo había explotado en bailantas de Capital Federal, el conurbano bonaerense y en tantos pueblos y ciudades de distintas provincias de la Argentina. Sonaba en boliches top para público VIP y competía a la par del carnaval carioca en cualquier casamiento o cumpleaños de quince, sin distinción de clase social ni económica.

La música tropical podía sonar en todos lados y por todas las voces que antes estaban limitadas al circuito bailantero. De Ricky Maravilla a Gladys la Bomba Tucumana; de Alcides y Pocho La Pantera a Antonio Ríos y Daniel Agostini (en ese momento la cara y la voz de Sombras); de Gilda a Comanche. En 1998, Sombras salía de gira por Europa y en la marquesina de los teatros de la avenida Corrientes se planteaba la guerra de los colores: los grupos Green y Red.

En el nuevo siglo se impuso la cumbia villera -Damas Gratis, Flor de Piedra, Yerba Brava-, que con los años se reinventó por los cambios de estética y contenido que fueron tomado los grupos y solistas que la cultivaron. Por otro lado, nacieron grupos y orquestas de vientos para un público de clase media "culturosa" (ese que puede frecuentar Ciudad Cultural Konex y varios escenarios palermitanos). Iban hacia las raíces de la cumbia colombiana, para recrearla y actualizarla según sus pretensiones. Actualmente siguen existiendo ese tipo de agrupaciones. Incluso, pueden compartir escenarios con aquellos que eligen la cumbia peruana o la experimental que se cruza con otros géneros y lenguajes, como la electrónica.

Volvamos a aquella que puso un pie fuera de su circuito bailantero y logró trascender la segmentación social. No es un dato menor que hace casi dos décadas fueran Green y Red los que copaban el escenario mayor de la calle Corrientes y hoy sean otras dos bandas de cumbia, pero de origen y procedencia totalmente diferentes, las que traen su música: Rombai y Marama. Se trata de agrupaciones del Uruguay que forman parte de un fenómeno (algunos lo llaman cumbia pop, cover, urbana o cheta) que en la Argentina comenzó hace menos de un lustro, impulsado por el grupo Agapornis.

¿Qué hace Agapornis que no haya hecho en las últimas tres décadas (y sigue haciendo) Los del Fuego...

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