De la empanada al freezer: El Noble quiere masificar el consumo de los alimentos congelados

De la mano de nuevos socios y sin descuidar su negocio de empanadas, El Noble quiere masificar el consumo de alimentos congelados en la Argentina. A fines del año pasado se había producido la salida de Gabo Nazar, el fundador del grupo Cardón, que controlaba el 51% de las acciones de la empresa. Una porción de ese paquete acaba de ser adquirido por la familia Stalman, los ex dueños de Lacoste en la Argentina, que ingresaron en la compañía con el objetivo puesto en impulsar el consumo local de los congelados a fuerza de precios competitivos.

Los Stalman vienen del negocio textil, donde controlaban la marca de origen francés, que a fines de los 90 fue adquirida por el fondo de inversión The Exxel Group. La operación de El Noble incluye la incorporación de Sergio Stalman como nuevo director comercial de la firma, mientras que el control accionario seguirá en manos del grupo conformado por Mariano Castagnaro (que a su tradicional función de gerente general ahora sumó la de presidente de la compañía), Daniel Cavazzani (padre de Maxi, fundador del juego Preguntados) y Daniel Silinger.

"Con los nuevos socios y la inyección de capital que logramos vamos a apostar muy fuerte a las comidas congeladas, que es un rubro que históricamente tuvo un bajo desarrollo a nivel local. En países desarrollados, los congelados representan entre 25% y 30% de la venta de alimentos, mientras que acá no llegan al 7% u 8%, lo que da cuenta del potencial de expansión que tiene el negocio", explica Castagnaro.

El presidente de la compañía reconoce que el principal desafío que enfrentan los alimentos congelados en el país pasa por una cuestión de precios. "El bajo desarrollo de la categoría a nivel local creo que se explica por un tema de precios y el impacto que tiene la cadena de distribución en la estructura de costos", añade el empresario.

En El Noble reconocen que la mayor barrera al crecimiento del consumo está dada por el hecho de que la mayoría de los productos congelados en las góndolas no puede competir en precio con su rival natural: el delivery. Hoy, una pizza congelada en el supermercado es más cara que pedir una grande de mozzarella y el kilo de hamburguesa cotiza igual que un kilo de lomo.

"Con nuestra línea de congelados, que incluye empanadas, tartas y pizzetas, estamos monitoreando constantemente los precios del delivery, porque sabemos que la única manera de que nos compren es teniendo precios más bajos que lo que cuestan cuando se hace un pedido por...

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