Un ejército piquetero de aceitada disciplina

La Corriente Clasista y Combativa logró ingresar en la CGT y la CTA, encabezar sindicatos privados y estatales, administrar medio millar de comedores y construir unas 4000 viviendas sociales. Aunque sus militantes, como los que ayer sufrieron un violento desalojo en Jujuy, son mayoritariamente peronistas, su cúpula está ligada al maoísmo del PCR, capaz de sentarse a negociar con los mismos políticos y empresarios a los que enfrenta en las calles.Pero si algo le permitió a CCC sobrevivir los últimos 17 años como una de las mayores estructuras piqueteras del país, sino la mayor, fue su férreo sistema de disciplina interna, en el que tanto el acceso a los planes sociales como los ascensos en su jerarquía exigen participación y formación ideológica como contraprestación ineludible.Sus famosos cuadernos (hoy digitalizados) llegaron a registrar más de 70.000 nombres en las tres ramas de su estructura: la sindical, que dirige Amancay Ardura; la de jubilados, a cargo de Mariano Sánchez, hoy candidato a senador bonaerense por el Frente Amplio Progresista de Hermes Binner; y la más numerosa, la de desocupados, que coordina el dirigente matancero Juan Carlos Alderete, que llegó a administrar 50.000 planes sociales durante la presidencia de Eduardo Duhalde.Los orígenes de la CCC, sin embargo, estuvieron ligados un conjunto de gremios docentes y estatales que se enfrentaron al gobierno de Carlos Menem, en 1994. Reivindicaban las Agrupaciones Clasistas 1° de Mayo, organización que en los 70 dirigió René Salamanca, líder del Smata cordobés y desaparecido durante la última dictadura. A partir de 1996 se comenzó a formar la rama piquetera de la CCC, que terminaría siendo su principal estructura, con presencia en 15 provincias.Tanto Ardura como Alderete integran el Partido Comunista Revolucionario, de ideología maoísta, aunque...