Ecuador en contra de la Selva Viva

En la propuesta (de derecha) del Socialismo del Siglo XXI, el Petróleo vale, los Pueblos Originarios sobran. Quien se oponga, es destituyente, tanto en Cuba, como en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina. No molesten, por favor. Silencio: Capital.

Las indígenas llegaron a Quito para presentar al presidente un plan de conservación medioambiental y se volvieron sin ser recibidas

Soraya Constante Quito

Un grupo de indígenas amazónicas que permaneció en Quito desde el pasado 16 de octubre se marchó este miércoles a sus comunidades. Sus rostros, inconfundibles por las rayas de boas y tigres que se pintan cada vez que hacen una acción comunitaria, denotaban un dejo de desilusión, que algunas atribuyeron a la negativa del presidente Rafael Correa a recibirlas. “El presidente rechaza la voz de la mujer, yo me voy con un sentimiento muy triste”, dijo Ena Santi, una mujer kiwcha de 40 años.

El único mensaje que recibieron desde del Gobierno fue a través del Secretario Nacional de la Presidencia, Leonardo Berrezueta, quien las convidó a ir hasta la Amazonía norte para reunirse con el mandatario, aprovechando que este haría una visita oficial a Pañacocha, donde está la primera de las 200 ciudades del milenio que se levantarán en medio de la selva. Estas son complejos habitacionales, con todos los servicios básicos, que se financiarán con el 12% de las utilidades petroleras que recibe el país.

La invitación del Ejecutivo fue tomada como “una burla” por las mujeres amazónicas. Desplazarse a Pañacocha significaba recorrer 250 kilómetros más y ellas ya habían hecho los más de 220 kilómetros que separan a Quito de El Puyo, la ciudad de la Amazonía sur de donde partieron el 12 de octubre.

Las mujeres fueron desde la Amazonia sur a la capital para poder hablar con Correa

“Nos dimos cuenta que él no quiere saber nada de los indígenas\", opinó Narcisa Gualinga, una mujer de 70 años, también de la nacionalidad kiwcha. A bordo de tres autobuses, estas mujeres, sus hijos y los hombres que las acompañaron iniciaron el camino de vuelta a sus hogares.

A algunas les tomará hasta tres días llegar a sus destinos, como a las mujeres záparas que viven en la frontera con Perú y que solo pueden acceder por canoa. Se llevaron con ellas los víveres y la ropa que algunas personas les donaron durante su estancia en el edificio de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).

Sin esta solidaridad habría sido imposible la subsistencia de estas...

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