Dos enigmas en torno a Scioli

Hay, por lo menos, dos enigmas, alrededor de Daniel Scioli. Uno: qué clase de presidente podría llegar a ser. Es decir, si va a ser él mismo, sea lo que sea que signifique, o va a terminar siendo un títere de la actual jefa del Estado. Y dos: si al final Cristina Fernández le va a sacar "el banquito del rincón" o la posibilidad de ser candidato. A los pocos que tuvieron la oportunidad de preguntárselo en la cara, el propio gobernador les respondió: "No esperen de mí cambios bruscos ni discursos incendiarios". ¿Y eso qué quiere decir? "Que voy a hacer las cosas de a poco. Que voy a cambiar lo que haya que cambiar, pero sin sobresaltos."

La palabra "cambio" en boca de Scioli sólo se puede oír en privado y en voz muy baja. Sí sube el tono de voz cuando le manifiestan la posibilidad de que se transforme en una marioneta de La Cámpora y de Cristina. "No oigan lo que dicen. Miren lo que hago. La Presidenta nunca me impuso un ministro. Cuando me presionaron para que lo echara a [el ministro de Justicia, Ricardo] Casal, no cedí. Se suponía que [el vicegobernador Gabriel] Mariotto venía por todo y ahora es un compañero que trabaja para nuestro proyecto", explicó el precandidato. ¿Y cómo va a controlar a los bloques mayoritarios de diputados y senadores del Frente para la Victoria, con una clara mayoría cristinista? "Como hago en la provincia: enviando proyectos de ley muy razonables y abiertos para que los enriquezcan los legisladores de todos los partidos."

Lo que para una buena parte de la clase política significaría más de lo mismo, para Scioli sólo representa "respeto por las instituciones y la caducidad de los mandatos". De esa forma, el gobernador explica que si llega a acceder a la presidencia, respetaría la permanencia en el cargo de la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó; el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, y el número uno de la Administración Federal de Ingresos Públicos, Ricardo Echegaray. ¿En serio piensa mantener al ministro de Economía, Axel Kicillof, en su puesto, como parece desprenderse de sus últimas declaraciones públicas? Ni siquiera en privado Scioli lo da por sentado. Sólo repite como un mantra algo parecido a lo que sostienen los dirigentes de La Cámpora cada vez que hablan de la economía del país: "Pronosticaban que iba a estallar todo por los aires. Que la inflación se iba a retroalimentar y que el dólar se iba a ir a las nubes. Que la recesión se iba a profundizar, y que la caída del...

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