Doha, donde nada es imposible

DOHA.- Hacen realidad lo imposible y piensan a futuro proyectando en grande, sin miramientos a la hora de poner la caja del jeque Hamad bin Jalifa Al Thani al servicio del crecimiento. Así se mueve Qatar y así se desarrolla Doha, su capital. El centro económico y cultural de un emirato que impacta y sorprende a cada paso, entre la multiplicación de autovías internas y el sorpresivo faltante de veredas. Las reservas de gas y petróleo facilitan el transporte terrestre y atentan contra el peatón. A orillas del Golfo Pérsico, se contempla una ciudad de convivencias.

Conviven el qatarí, minoría en la población, y el extranjero, entre quienes están los que llegan por una oportunidad laboral o aquellos que se escapan de India, Nepal, Filipinas, Sri Lanka y Paquistán y forman parte de la masa de mano de obra barata. Instantes típicos: el rezo musulmán, que se escucha desde cada mezquita en cuatro momentos del día, y el ruido de las miles de construcciones. O el skyline de edificios futuristas que se erigen sobre la costanera, "The Corniche" (la cornisa), y el desierto que se pierde en el horizonte. Además, por estos días, emerge la pasión del Mundial de handball, de mayor repercusión en Europa, con cierta indiferencia del público local. Motivo suficiente para que la organización recurra a la billetera y cierre la jornada del jueves con Pharrel Williams, que hizo delirar a 8 mil almas en el Hall Multipropósito de Lusail con su hit "Happy". Esta noche será el turno de Gwen Stefani. Todo sea por mover público a los estadios y hacer ruido a nivel internacional. Un punto que llamó la atención: contrataron a 60 españoles para ser hinchas "rentados" de Qatar. El acuerdo incluye aéreos, hotel, comidas y un dinero extra por los servicios prestados.

"Nunca disputamos un torneo en estas condiciones. Cuando necesitamos algo, lo tenemos. No nos falta nada", coinciden desde los planteles que disputan el certamen. Sobra el hospedaje cinco estrellas, que bien podría sumar alguna estrella extra, y resulta accesible conectar las diferentes sedes. A diferencia de otros mundiales, todo confluye en una misma ciudad y, más allá del tránsito, eso genera un mejor descanso y menor tiempo de traslado. Los tres estadios están en un radio que no supera la hora de viaje.

El Ali Bin Hamad Al Attiyah Arena, con tecnología de punta, sobresale en pleno Doha, mientras que el Hall de Deportes de Duhail y el Hall Multipropósito de Lusail están en las afueras. Este último se ubica a...

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