El difícil arte de llegar al final

Despedirse nunca es fácil. Y mucho menos cuando el adiós es ines-perado. En el caso de las series eso implica un final sin posibilidad de cierre, una cancelación abrupta que puede dejar a los fanáticos de la ficción en cuestión desesperados por respuestas. O una conclusión mejor. Como le sucedió hace poco a Castle, que después de ocho temporadas fue cancelada en medio de peleas y despidos y a sus guionistas no les quedó otra que terminar la historia con una trama bastante débil y poco entretenida. En cambio, cuando la conclusión se planea con el tiempo suficiente, tanto sus creadores como sus espectadores respiran aliviados sabiendo que su querida historia terminará bien. Aunque termine mal.

En el caso de The Americans, el mejor drama televisivo de la actualidad, la buena noticia de la renovación por otras dos temporadas llegó con una no tan buena: la sexta será la última para los espías de la Guerra Fría. Pero, claro, como todavía faltan dos años para ese final anunciado, sus creadores tendrán tiempo de hacerle justicia a la fantástica trama de suspenso y conflictos familiares que protagonizan Keri Russell y Matthew Rhys.

También tendrá una despedida prolija y planificada Girls, de HBO. Ya hace meses que se reveló que la sexta será la última...