Los detentadores del poder mundial

AutorFabiana Barrera
CargoAbogada - Docente universitaria
Quienes manejan los hilos del poder mundial

Es dable preguntarse como es que los Estados nacionales llegaron a este punto en el que parecen no tener retorno, ya que todo se ha desvirtuado y parece derrumbarse, no sólo a nivel económico-financiero, sino que el derrumbe de las naciones se está dando en todos los niveles pues trae aparejado también un profundo deterioro a nivel ético, jurídico, social y moral.

Estamos -como diría la vecina de la esquina – cada vez peor y parece no tocar fondo porque la crisis (especialmente de valores) se profundiza día a día, eso no puede negarse, entonces, habría que preguntarnos ¿Quiénes nos someten? ¿Quiénes son los que mueven los hilos del poder económico-financiero internacional? ¿A través de qué organismo se infiltran en los países? y ¿A quienes utilizan como títeres en los diferentes Estados para que estos, incluido Argentina, que con todo su potencial, sus industrias, su producción, sus materias primas autóctonas y su destacada cultura no pueda salir adelante y ser un Estado-Nación como corresponde, ya que tenemos todo para serlo?

Todas estas preguntas tienen respuesta y en las mismas están contenidos los nombres y apellidos de los responsables del estado deplorable en el que se encuentra la humanidad a la que están llevando a una nueva era de oscurantismo, sometimiento y destrucción.

El auténtico poder mundial está concentrado y compuesto por un grupúsculo de familias que crearon diferentes carteles, pero en definitiva son estas familias las que digitan, ordenan y ponen en marcha sus planes, siempre orientados a seguir acumulando poder y dinero a cualquier costo, pues en lo único que creen y a lo único que adoran es al becerro de oro.

Estas familias pertenecen a la más antigua oligarquía internacional, tienen nombre y apellido, su poder lo han perpetuado a lo largo de los siglos y no van a permitir que la decisiones que se tomen en los diferentes países de la tierra puedan estropear sus inmundos negocios multimillonarios e impidan su manejo sucio de poder. La oligarquía financiera internacional impedirá por todos los medios que los Estados nacionales soberanos hagan uso de su poder autónomo y de su soberanía para trazar sus propias políticas internas e incluso impedirán también que quienes los gobiernan puedan siquiera tomar decisiones que satisfagan el bien común, porque el bien común se contrapone a su poder y a sus intereses económicos, por ello es que usaron, usan y usarán todo ese poder para someter a cada Estado a sus decisiones y para impedir que se concrete algún atisbo de soberanía nacional ya que esto implicaría el desvanecimiento paulatino del imperio de dinero y de poder que han acumulado por los siglos de los siglos.

Venecia - Imperio Romano y Venecia - Estados Unidos e Inglaterra

Alguna vez se ha preguntado que pasó con todo el dinero y el poder acumulado por el Imperio Romano. ¿Acaso ha quedado enterrado por debajo del territorio que el imperio dominaba?, ¿Se lo llevaron a la tumba los emperadores?. Este interrogante tiene respuesta. En realidad el poder del imperio no se esfumó (como la gente suele creer), el poder económico-financiero, se trasladó a las distintas ciudades Estado que componían en la actual península itálica, el citado Imperio, como ser Florencia, Siena, Genova, y la más trascendente de todas, Venecia.

En esas Ciudades Estado se concentró paulatinamente ese grupo de familias que tenían depositado el poder y el dinero de Roma cuando sucumbió el Imperio Romano. Es sabido que la llamada “ciudad de las góndolas” era una potencia marítima de primer orden. Desde los astilleros venecianos se producían barcos para la guerra y para el comercio, teniendo en cuenta que el mayor flujo del comercio, en ese momento, era a través del mar, pues sin navegación no había comercio y sin comercio no había movimiento económico y mucho menos movimiento de divisas y bancos, otro de los negocios que los venecianos supieron manejar muy pero muy bien y en su exclusivo beneficio. Pero otra de las cosas por las que Venecia es muy conocida –además de por su belleza- es por el tipo de política que empleaba, la denominada “política veneciana” la que, por otra parte, sigue hoy tan vigente como nunca. Dicha política consistía y consiste todavía, en crear subrepticiamente un conflicto y luego ofrecerse como mediadores del mismo, pero no a fin de solucionar el mismo, sino más bien para profundizarlo para así sacar su tajada, manejar a ambas partes y obtener pingues ganancias. Es decir, que en su carácter de “lobos con piel de cordero”, ofrecían su intervención para apaciguar, mientras su estrategia consistía –simplemente- en ensillar a unos contra otros, ofreciendo armamento y apoyo político y financiero a ambas partes, por supuesto que a cambio de “algo”. Del enfrentamiento creado, los únicos beneficiarios eran ellos. Y parecerá increíble, pero del mismo modo siguen actuando hoy.

En estas Ciudades Estado, tuvo su creación uno de sus más ingeniosos “inventos” aplicados hasta la actualidad para generar y acrecentar el poder, los denominados “fondis”; fondos o funds, auténtico pilar ideado por dichas familias oligárquicas, las que decidieron dos cuestiones fundamentales para acumular poder: 1) Que el manejo de estos fondos dinerarios o “fondis” no podían ni dividirse ni tampoco ser heredados por el hijo mayor varón, sino por el más capaz en su generación para poder continuar acrecentando dichos capitales, pudiendo ser el “heredero”, tanto una persona física como una empresa. Luego de tan genial creación e incrementado su poder, y ante la inminencia del “descubrimiento” de América, que conocían de antemano, deciden cambiar el eje geográfico de sus actividades, asentando en otro territorio europeo su nueva base de operaciones. Así toda la fortuna y el poder de estos “fondis” que provenían del saqueo de Roma, y que se incrementasen hasta el hartazgo en Ciudades Estado como Venecia, se comienzan a asentar y a camuflarse en un nuevo territorio que fue elegido por contar con dos características que entendieron fundamentales, un pueblo guerrero, que tuviese como habitantes a los mejores navegantes disponibles, y que les permitiese además un gran desarrollo de la industria marítima. Así deciden crear un nuevo imperio romano con la capital en Londres –en vez de en Roma-.

Fue así como el eje de poder de las familias de la oligarquía veneciana se traslada a la actual Inglaterra para dar comienzo a lo que luego sería el Imperio Británico, trazando desde allí una nueva geopolítica mundial de dominio. Con el paso de los siglos se comienza a gestionar todo un entramado de empresas (navieras, comerciales, bancarias, de extracción de metales, granos, alimentos, seguros, petróleo etc.), haciendo aparecer como dominantes a la casta de la nobleza británica, pero manteniendo dichas familias venecianas el manejo real del poder, y de los “hilos” del mismo hasta el día de hoy.

Pareciera a los ojos del común de la gente que quienes dominan el mundo son el Imperio Británico y los Estados Unidos de América, sin embargo estos son tan sólo la cara visible de dicho “poder”, son generalmente los conocidos y aparentemente son los países más poderosos del orbe, pero el verdadero poder, el poder en todo sentido, el poder detrás de la cara visible del poder, reside en una serie de familias, ya no tan sólo venecianas o lombardas como fue al principio, sino de diversas nacionalidades albergadas en el llamado sistema de los “fondis” conformados, como dijera “supra” en un entramado de compañías, empresas, bancos, aseguradoras, etc., que tuvieron su origen primero en aquel imperio ultramontano, fundado e ideado inicialmente por la oligarquía financiera Veneciana y su ejército normando asociado.

El conglomerado de riquezas de estas familias oligárquicas está, desde antaño, concentrado en el manejo, producción y control mundial de los objetos tangibles tales como territorio, alimentos, transportes, petróleo, metales preciosos, minerales estratégicos –entre otros- y se encuentran advocadas para ello a controlar el financiamiento y comercio de esos activos y de otros, necesarios y convenientes para la vida, ya que controlando todo ello se controla la vida de los seres humanos del planeta. A través del estricto control de estos bienes tangibles y de los valores monetarios se controlan las economías y las políticas y por ende los Estados.

El sistema llamado de los “fondis” dirigido por las familias más ricas de la oligarquía conforman una potencia económica-financiera que las transforma en el ente más poderoso del planeta, pues al operar en forma camuflada y mancomunada, tienen mayor poder que el de cualquier Estado Nacional, pues en definitiva, son ellos quienes trazan las políticas acorde a sus beneficios y a partir de allí ellos levantan o bajan el pulgar a los dirigentes de cada Nación.

El sistema de los fondos domina entre 3 mil y 4 mil empresas en todo el mundo, las que aparentemente y para “el ojo inexperto” operan en forma independiente una de otras, sin embargo cuando se investigan sus juntas directivas y las familias que conservan los paquetes accionarios vienen las sorpresas, y es así que puede comprobarse que conforman un sistema indivisible y que todas responden a un interés común, al del sistema de los fondos, porque en definitiva los fondos o “fondis” son en conjunto una entidad. Es evidente que detrás de estas colosales y añejas empresas...

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