'Fue como descubrir un brillante'. Así resurgió el Hotel Llao Llao, símbolo de la aristocracia argentina

SAN CARLOS DE BARILOCHE.- "Llegamos a Bariloche y nos pusimos de lleno en la tarea de ubicar el hotel. Recorrimos rápidamente el pueblo que, en ese sentido, no nos suscitó ninguna tentación. Seguimos entonces a Llao Llao, donde Alejandro, como quien descubre un brillante, no vaciló un solo minuto y descartando cualquier otra ubicación, aconsejó una pequeña meseta cubierta de bosque quemado como el sitio indicado para levantar el hotel" . En su libro El despertar de Bariloche, de 1968, Exequiel Bustillo (1893-1973) describe así la jornada en la que, junto a su hermano Alejandro, eligieron el lugar perfecto para un hotel que sería legendario.

Era 1934 y Bustillo iniciaba su gestión como presidente de la Dirección de Parques Nacionales. Tras la creación del Parque Nahuel Huapi, estableció como prioridad construir un gran hotel para atraer visitantes y consolidar el perfil turístico de la ciudad. Convocó entonces a su hermano arquitecto y a Alberto del Solar Dorrego, experto en golf. Puerto Pañuelo dominaba la bahía frente al futuro hotel, hacia el oeste se destacaba el lago Moreno, los cerros circundantes y, como telón de fondo, el imponente monte Tronador, cubierto de glaciares.

MAPA

Definido el lugar perfecto, a mediados de 1935 comenzó la construcción, que emplearía a unos 200 obreros y demandaría dos años y medio. Edificado casi enteramente en madera y piedra labrada, el Hotel Llao Llao se inauguró el 9 de enero de 1938 y tenía 16.000 m2 de superficie cubierta: originalmente poseía 169 habitaciones y 147 baños privados, un gran salón comedor de doble altura con capacidad para 400 comensales, una suite presidencial de 168 m2, comedor para niños, microcine, salón de baile, peluquería, solárium, galería comercial, panadería, fábrica de soda, área de lavado y planchado, usina eléctrica, taller mecánico, caballeriza y una pequeña imprenta.

Tal como rescata la investigadora del Conicet Liliana Lolich en Hotel Llao Llao a través del tiempo, contaba además con telégrafo, biblioteca , correo, sucursal bancaria, farmacia y enfermería , así como embarcaderos para navegación, canchas de golf y de tenis.

El majestuoso salón comedor del Hotel Llao Llao en los primeros años de funcionamiento

Un antes y un después en hotelería

Con el Llao Llao funcionando de forma exitosa, el director de Parques Nacionales decidió darle la concesión al Plaza Hotel de Buenos Aires. "Bustillo y sus colaboradores intuyeron acertadamente que el modelo de desarrollo...

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