La derrota avivó las tensiones con la CGT

La noche previa a las elecciones porteñas, Hugo Moyano compartió una cena en Villa Gesell con un puñado de integrantes de la cúpula de la CGT. El líder de la central obrera aconsejó "cerrar el tema" de la tensión que había causado la postergación de candidatos sindicales en las listas kirchneristas. Pero su pedido tuvo una mención especial para Julio Piumato: el camionero considera que el dirigente judicial no respeta la estrategia y suele quebrar el silencio con sus ruidosas e inesperadas apariciones a través de la red social Twitter.Con mensajes ácidos e irónicos, Piumato se refirió ayer al resultado de las elecciones porteñas. "¿Lo de los encuestadores del Frente para la Victoria (FpV) no sería mala praxis? ¿Por qué le pifiaron tan lejos? ¿Cuánto cobraron? ¿O lo hicieron gratis?", escribió en Twitter. Sus palabras no hicieron más que avivar la polémica por la relación entre el Gobierno y la CGT.Hace unas semanas, Piumato se había negado a integrar la lista kirchnerista de diputados nacionales de la Capital por haber sido relegado a un sexto lugar y considerar que sus chances de ser elegido eran prácticamente nulas.Un dirigente de la CGT accedió por el Frente para la Victoria a una de las 30 bancas de legislador porteño que estaban en juego. Se trata de Alejandro Amor, titular de las 62 Organizaciones en la ciudad. Amor figuró en la cuarta posición de la lista que encabezó Juan Cabandié."Los 20 puntos de diferencia no...