Denuncian graves actos de vandalismo en el hospital Posadas

En una semana, en el hospital Posadas dejaron de funcionar los 25 ascensores a la vez, se produjo una descarga eléctrica que dañó todas las heladeras del vacunatorio y apareció una silla de ruedas incrustada en la boca del único resonador magnético en el centro de atención pública para la zona oeste del conurbano. que comenzaron las nuevas autoridades designadas por el Ministerio de Salud de la Nación.

"El experto que tenemos en el hospital nos dice que el resonador normalmente no absorbería una silla de ruedas en el piso. Es decir que alguien debió hacer alguna maniobra muy torpe para ponerla a menos de un metro de la entrada del equipo", explicó ayer a LA NACION el director ejecutivo, Alberto Díaz Legaspe, que presentará una denuncia penal por daños contra los bienes.

Lo que se presume es que un sabotaje ocurrió el domingo pasado, a pesar de que en la entrada de la sala hay un cartel que no pasa inadvertido y aclara que está prohibido ingresar con objetos metálicos. "Los técnicos saben bien que no se puede llevar ni siquiera un aro ni un anillo", agregó.

El resonador magnético del Posadas es el único equipo disponible para los pacientes de la zona oeste del conurbano bonaerense que se atienden en el sistema público de salud. Se realizan unas 30 resonancias diarias y el daño obligó a suspender todos los turnos, que incluían lista de espera.

Y este hecho de vandalismo siguió a una sucesión de desperfectos en servicios esenciales. "Son demasiadas casualidades", sostuvo el director.

El lunes de Carnaval, de pronto dejaron de funcionar todos los ascensores del Posadas, lo que impidió durante casi cinco horas que los 400 pacientes internados recibieran algún tipo de atención, como la comida, o que los familiares pudieran visitarlos. El motivo que se está investigando es el retiro de plaquetas que controlan el sistema.

Durante el feriado, también se produjo una sobrecarga de energía en el vacunatorio durante una reparación eléctrica y eso quemó todas las heladeras. "Pudimos salvar las vacunas porque las trasladamos rápido a otras heladeras, y ahora el vacunatorio está funcionando en otro sitio del hospital. Pero esos equipos se perdieron completamente, por lo que, según nos explicaron, fue una extraña confusión", agregó Díaz Legaspe.

A esto se suman otros inconvenientes, como el corte del aire acondicionado en las oficinas de la dirección o la aparición de panfletos en el área de dirección que advierten: "Que te quede claro. Detrás de un...

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