La danza como inclusión

En 1958, la semilla sembrada por Martin Luther King y su movimiento por los derechos civiles en los Estados Unidos comenzaba a germinar y, de a poco, sus ideas iban introduciéndose en todos los ámbitos de una sociedad que comenzaba a reclamar cambios profundos. En medio de estas transformaciones se encontraba Alvin Ailey, un bailarín que había formado parte de la compañía de Lester Horton, la primera en admitir afroamericanos entre sus miembros y de la que fue director artístico. Ailey decidió fundar su propia compañía: soñaba con ofrecerle a los bailarines de raza negra una oportunidad para narrar sus experiencias y sentimientos sobre el escenario; era un convencido de que la danza moderna otorga no sólo la posibilidad de mostrar una bella coreografía, sino también la de transmitir un mensaje.Así explicó Robert Battle a LA NACION los orígenes de la Alvin Ailey American Dance Theater -de la cual es su director artístico desde 2011-, una compañía que ya suma más de 23 millones de espectadores alrededor del mundo a 55 años de su fundación y que llega a Buenos Aires."Creo que parte de la razón por la cual la compañía sigue siendo tan importante alrededor del mundo y continua creciendo es que ha seguido siendo fiel al espíritu de su fundador, con la inclusión como premisa y llevando un mensaje de esperanza." Para el director artístico de la compañía, Robert Battle, ser portador de la denominación Embajador Cultural para el Mundo, otorgada por el congreso estadounidense, viene acompañada de la responsabilidad de tener como Norte el concepto de excelencia. De hecho, Battle sostiene que sus bailarines "son treinta de los mejores intérpretes del planeta", y que para llegar a ser uno de ellos no existe un camino determinado, simplemente hay que presentarse a la audición que se realiza cada año, haya o no puestos disponibles. Algo relacionado al esfuerzo y la perseverancia.Ser el presentador –alrededor del mundo- de estos treinta bailarines es algo que llena de orgullo a su director, quien ha recorrido un largo camino desde que vio por primera vez a la Alvin Ailey..., cuando tenía apenas doce años, momento en que se propuso dedicar su vida a la danza. "Esa sensación de entusiasmo no deja de acompañarme cada vez que veo una función. Estos bailarines son unos atletas extraordinarios y cuando los observo entrenar en el estudio y luego bailar dejando el alma en el escenario me sigue pareciendo una experiencia inspiradora", afirma Battle.La Alvin Ailey... fue desde sus...