La cruzada de Il Cavaliere contra la inmigración irregular

AutorPamela Urrutia Arestizábal

Antes de que el caso Eluana Englaro y la triste confrontación institucional propiciada por Silvio Berlusconi atrajeran la atención mundial hacia los vaivenes de la política italiana, había otro tema marcando la agenda y generando dolores de cabeza tanto en Italia como en la Unión Europea: la política de inmigración de Il Cavaliere. Las recientes iniciativas impulsadas por el gobierno italiano –en las que se ha impuesto el pulso del Ministro del Interior, Roberto Maroni, de la ultraderechista Liga del Norte- han confirmado la determinación de Roma de implementar medidas restrictivas y persecutorias que insisten en asociar inmigración con (ausencia de) orden público; irregularidad con inseguridad. Maroni lo ha dicho de la manera más clara y desconcertante posible: para luchar contra la inmigración irregular y “todo el mal que conlleva” no hace falta ser bondadosos, sino “malos”.

Las líneas generales de esta política quedaron en evidencia desde la llegada de Berlusconi al poder, el 8 de mayo de 2008 (por tercera vez en quince años). En menos de un mes, el empresario ya había puesto en marcha un paquete de medidas que en un 80% estaban dirigidas a restringir la entrada, la libre circulación y los derechos de los extranjeros residentes en Italia. Iniciativas altamente polémicas, como el “censo Maroni” a la población gitana y el proyecto de ley que planeaba convertir la inmigración en un delito castigado con penas de entre seis meses y cuatro años de cárcel, despertaron ácidas críticas en algunos gobiernos de la Unión Europea -entre ellos español-, que no dudaron en utilizar calificativos como “racismo” y “xenofobia” para expresar su preocupación ante lo que estaba ocurriendo en Italia. El impasse, de hecho, sirvió para evidenciar las diferentes perspectivas en la lucha contra la inmigración irregular en Europa y para reforzar las tesis sobre la inexistencia de una lógica sur-occidental en la gestión de flujos migratorios (1).

En Italia, las inquietudes sobre la cuestión migratoria se reavivaron recientemente a propósito de dos asuntos: la retención de inmigrantes en Lampedusa y la tramitación del proyecto de ley de seguridad, que incorpora en un mismo paquete medidas de control para inmigrantes irregulares, vagabundos y delincuentes.

En las últimas semanas, diarios y revistas internacionales como The Economist, Der Spiegel o Newsweek han dedicado extensos reportajes a la mayor de las islas del archipiélago de Las Pelagias y no justamente por la...

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