Un costo innecesario

Empecinarse en mantener buena parte de http://www.lanacion.com.ar/1520978-el-gobierno-minimiza-el-fallo-en-su-contra-y-reafirma-que-no-le-pagara-a-los-fondos-buitre políticos, económicos y financieros innecesarios e irrazonables al Gobierno y al país.Alguien convenció a Cristina Kirchner de dar marcha atrás con su idea de encontrar un arreglo con el Club de París y que desoyera la sugerencia de Barack Obama de pagar los fallos desfavorables del tribunal de arbitrajes del Banco Mundial. Las consecuencias son la batalla judicial permanente y la imposibilidad de conseguir financiamiento y socios para YPF.El presidente provisional Adolfo Rodríguez Saá anunció en diciembre de 2001 que había "tomado la decisión" de no pagar más la deuda externa. Exageraba. Toma la decisión quien tiene el dinero para pagar y no lo hace. En 2001, la Argentina no podía pagar, empujada al default por problemas estructurales, internacionales, locales y por la decisión política del gobierno del republicano George W. Bush.Néstor Kirchner extendió luego el default y el recorte de las acreencias a quienes aportaban a la AFJP. Bush, entonces, lo felicitó.La situación es diferente ahora. La Casa Blanca no quiere explosiones como las de la Argentina en 2001 y 2002 y ha hecho todo lo que ha podido para evitar caídas de compañías gigantes en su propio territorio y de países enteros en la Unión Europea. No parece hoy que la administración Obama esté "soltándole la mano a la Argentina". El gobierno norteamericano ha ayudado mucho a la Argentina en los casos judiciales en su territorio.Un eventual triunfo de Mitt Romney tal vez tampoco cambie las cosas. La ultraderecha que quería quiebras aleccionadoras de países terminó haciendo los rescates estatales más grandes de la historia en su propio país.La caída de Lehman Brothers casi hizo colapsar el sistema financiero internacional y el comercio, todo junto. Nadie parece querer hoy una quiebra soberana.Pero la situación de la Argentina también cambió desde 2002. La economía internacional, que era terriblemente desfavorable, se transformó en favorable como nunca en más de un siglo.El país, dice el Gobierno, ha crecido a "tasas chinas". De modo que es difícil entender por qué sigue sin pagar las deudas por las decisiones desfavorables en el centro de arbitrajes del...

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