Cooperativas que son pura apariencia

AutorEduardo H. Fontenla

Todos sabemos que las cooperativas eficientes, eficaces y que responden a las necesidades concretas y actuales de sus asociados e impactan favorablemente en sus comunidades, son la que tienen una identidad y una esencia orientadas por los valores y principios cooperativos que informa, reconoce y promueve Alianza Cooperativa Internacional (ACI).

Cuando la claridad, congruencia y coherencia, entre, el ideario cooperativo y los procesos y técnicas de gestión son fuertes y conducidos de forma sistémica las cooperativas logran sus objetivos institucionales. Esto no significa dejar de reconocer las dificultades y limitaciones económicas-financieras que tienen que atravesar las cooperativas, necesidades que dan origen a su constitución.

Lamentablemente en distintas ramas de actividad del sector cooperativo encontramos entidades que en su práctica cotidiana muestran una separación y una gran brecha entre el pensamiento y la acción cooperativa.

Aunque esta realidad no es patrimonio exclusivo de ningún sector o rama de actividad, nos referiremos al impacto negativo que las suedocooperativas tienen en las cooperativas de trabajo que han recuperado empresas y fábricas en crisis en la Argentina.

Cuando este criterio de identidad suele ser desconocido, ignorado y/o violado, nos encontramos que se denominan o dicen llamarse cooperativas de trabajo a formas de organización de tipo horizontal, asambleas populares, asociaciones barriales, muy alejadas de los valores, principios y mecanismos organizacionales que orientan su accionar.

Más grave aún son las que se constituyen sólo por algunas conveniencias impositivas o para evadir obligaciones de la previsión social, siendo utilizadas como herramientas de flexibilidad laboral por parte de la patronal para redoblar la explotación sobre los obreros, mediante engaños, enmascarando fraudulentamente una relación laboral de dependencia.

A estas formas lesivas o simuladas se las suelen denominar “seudocooperativas” o “cooperativas truchas” porque, como subtitulamos este trabajo, son pura apariencia y no tienen nada más que el nombre de cooperativa.

Son creadas desde la patronal, cubriendo con testaferros, amigos y/o parientes los cargos en los consejos de administración y en la sindicatura.

Cuando la forma cooperativa es utilizada como pantalla, es decir, utilizan sólo el nombre, los trabajadores, supuestos asociados suelen llamar “dueño (s) o patrón (es) de la cooperativa”, a la (s) persona (s)...

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