La contemporaneidad del mito del Gauchito Gil

AutorLucía G. Montenegro

Introducción

El presente trabajo esta orientado a poner de relieve el resurgimiento de uno de los Mitos más importantes de nuestro país: el del Gauchito Gil.

La sociedad globalizada y tecnologizada en la que vivimos, muchas veces nos hace creer, de manera ilusoria quizá, que nuestra existencia se desarrolla desde el marco de la lógica racional. Especular con el mito implica alejarse de parámetros y categorías que componen esta racionalidad. Pensar míticamente para nosotros es de manera lisa y llana, abordar un costado de nuestra humanidad que ha quedado desligado de la razón y por tanto nos embarca en esa parte nuestra que negamos con frecuencia.

De esta manera, dejamos con nuestra arrogancia que este tipo de creencias y prácticas sean cultivadas por las clases populares a las que, de modo vergonzoso les justificamos estas experiencias religiosas, habida cuenta de su condición: de clase plebeya, clase popular, la portadora de los saberes ocultos, saberes nodoctos, como diría Martín Barbero, que por momentos parecieran no dialectizarse, no transitar dentro de la pluriculturalidad de nuestro entorno.

Este tipo de pensamiento de confrontación; es uno de los responsables directos de la pérdida de la identidad. No abordar la temática de un pasado de profundo misticismo en el mejor de los casos o negarlo; no sólo socava la memoria popular; sino que además mina ineluctablemente la formación del sentido. La pérdida de estas experiencias, ya sea por procesos de aculturación o enculturación inclusive, en esta modernidad post, dejan sin piso a las formas de subjetivación, que configuran la manera que tienen los pueblos de pensarse a sí mismos. Esta es una parte de la historia de nuestra América Latina y de ello se desprende parte de la problemática actual a la hora de buscar la identidad latinoamericana.

En esta contemporaneidad globalizada, en la que se ha perdido el centro, compuesta por fragmentos, el hombre se encuentra en busca de respuestas a temas que provienen de tiempos inmemoriales, así es que remoza el pensar mítico porque las respuestas de la ciencia no lo conforman.

Desde la provincia de Corrientes, con su memoria guaraní, hasta la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; desde el siglo XIX al XXI, el mito expresado como saga, se nos revela con la misma fuerza de sus comienzos. El Gauchito Gil, se presenta para muchos de nuestros congéneres, respondiendo a las dudas existenciales: confortando al que cree.

La renovación de la fe popular no responde sólo a la globalizada fragmentación, sino también a la búsqueda de la identidad.

En este punto me parece pertinente hablar del arte, como forma de representación de las diversas emergencias culturales; en las que a veces sin proponérselo se encuentra presente. Este es el caso que nos ocupa con los Lenguajes Combinados, en las celebraciones del mito del Gauchito Gil. La concurrencia de la representación artística se evidencia en el marco de esta religiosidad, como veremos más adelante, con el lenguaje Corporal, en la danza y la performance: El Visual, en el marco del Santuario y el Sonoro, de la mano de la música.

Breve historia del Gauchito Gil

Según cuenta el mito, Antonio Mamerto Gil Núñez nació un 12 de agosto de 1847, en la localidad de...

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