Confrontación entre el campo y el autoritarismo K (entre el 04.06.2008 y el 03.07.2008) Saga III

AutorMirador Nacional Revista Cientifica
Más obstáculos para el campo

El Gobierno se empeña continuamente en exasperar al campo, y los canales institucionales para solucionar el conflicto son débiles o inadecuados.

El viernes pasado, la detención de ocho ruralistas por parte de la Prefectura -depende del Ministerio de Justicia- sólo pudo haber tenido un objetivo: irritar al campo.

En efecto, ayer, en el juzgado de Carlos Villafuerte Ruzo no había prueba alguna de que los agricultores hubieran cortado la ruta y el incendio que el fiscal les imputa haber provocado se extendió, apenas, a un pastizal de 40 metros que separa dos carriles de la autopista.

Por su parte, la Corte no tiene intención ni margen para inmiscuirse en un problema cuyo voltaje político la excede. La semana pasada, las cuatro entidades rurales solicitaron al alto tribunal su intervención, por medio de una nota. Pero el tribunal les hizo saber que no puede actuar, por lo menos mientras no le llegue a estudio una causa judicial.

En la Corte conviven distintas visiones del asunto: algunos ministros consideran que las retenciones móviles, por los excesivos niveles de las alícuotas, difícilmente pasarían un examen de constitucionalidad. La Corte siempre dijo que una alícuota impositiva que tome más del 33 por ciento de la riqueza es confiscatoria. ¿Cómo podría el tribunal convalidar alícuotas como las actuales sin tirar por la borda toda su tradicional jurisprudencia? Pero el dilema, para la Corte, no tiene una respuesta tan sencilla: otros jueces creen, con algo de razón, que la Corte, si se mete de lleno en el debate político, tiene mucho más para perder que para ganar.

La única causa que tiene el tribunal sobre el tema es la iniciada por la Asociación Dirigentes de Empresa (ADE). Sin embargo, el planteo que llegó a estudio del alto tribunal no incluye las retenciones y, apenas, se limita a discutir sobre un asunto tangencial: determinar si esa entidad tiene la representación del campo.

Tampoco la causa promovida por la provincia de San Luis contra el Estado nacional, en la que la provincia reclama una indemnización por coparticipación mal liquidada, es un escenario adecuado.

Los dirigentes rurales, que ayer se reunieron con el titular de la Defensoría del Pueblo Eduardo Mondino -intentará reconstruir los puentes con la Jefatura de Gabinete-, impulsan una propuesta legislativa.

La iniciativa legislativa es el camino que prevé la Constitución para que los ciudadanos presenten un proyecto de ley y el Congreso esté obligado a tratarlo, aunque no a aprobarlo.

Pues bien, si el campo no es hábil en la forma de redactar tal iniciativa, el Gobierno le podría oponer una excusa: la Constitución no permite que se utilice esa vía para promover el tratamiento de temas impositivos (como lo es el de las retenciones).

El Gobierno, por ahora, parece dispuesto a extender el conflicto. La presidenta Cristina Kirchner y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, coincidieron en criticar a distintos sectores vinculados con el agro por el alto nivel de ganancias que obtienen. ¿Desde cuándo es un delito obtener renta en una sociedad capitalista? Esas ganancias tienen un dueño: los inversores y propietarios, grandes o pequeños.

A estas alturas, sólo la voluntad del Gobierno de recuperar el diálogo en términos serios puede reencauzar el conflicto y evitar mayores daños.

Cristina cuestionó al campo en la ONU

Acusó a los pools de siembra por la inflación y sustentó, así, su discurso sobre el problema mundial de la falta de alimentos

ROMA.- La Presidenta adjudicó ayer en esta capital parte de la inflación en el precio de los alimentos a "especuladores financieros que invierten en pools de siembra y tienen una ganancia inusitada", y contó que en la Argentina la renta "es del 30 por ciento en seis meses".

Líderes mundiales y jefes de Estado de todo el planeta coincidieron aquí en un análisis: si alrededor de 800 millones de personas padecen hambre, entonces existe una crisis alimentaria mundial. También suscribió esta idea Cristina Kirchner, que, como método para sostener su exposición, se valió de los conceptos que el Gobierno utiliza en la Argentina durante el conflicto con el agro.

También advirtió que su gobierno intentará agregarles valor a las materias primas. El concepto no es nuevo, pero en este caso llevaba implícito como mensaje que el campo es importante, pero no el eje de la actividad productiva nacional. Dicho de otra manera: trató de quitarle protagonismo o trascendencia a un sector que la Casa Rosada considera un enemigo.

Los demás líderes mundiales no necesariamente advirtieron el doble sentido que Cristina Kirchner dio a su exposición en la apertura de la cumbre de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de las Naciones Unidas.

Habló, simultáneamente, sobre la crisis alimentaria mundial y sobre el conflicto con el campo argentino. "Uno de los elementos más distorsivos [en el aumento del precio de los alimentos] es la irrupción de los capitales financieros. La crisis de las hipotecas trasladó fuertes movimientos especulativos al mundo de las commodities, no sólo del mundo agrícola, sino también del petróleo", dijo la Presidenta al iniciar su discurso.

"Renta inusitada"

Inmediatamente, vinculó la idea con el conflicto con el campo: "En la Argentina, un pequeño ahorrista de 16.000 dólares que los coloca en un pool de siembra obtiene en seis meses una renta del 30 por ciento, en dólares. Es una renta inusitada en el mundo actual".

El argumento ya había sido utilizado en la Argentina por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, que había acusado públicamente a los pools de ser operadores del conflicto.

Cristina Kirchner mencionó luego que la Argentina produce hoy 100 millones de toneladas de granos por año. "Podemos llegar a los 150 millones, pero queremos agregarles valor, porque tenemos experiencia y sabemos que agregar valor hace al desarrollo de nuestros pueblos."

Hubo, allí, otro mensaje al agro."Mi país fue hace 100 años el granero del mundo, era la séptima economía del mundo, pero sólo era exportador de materia prima y los cambios en los ciclos económicos nos llevaron a una situación muy mala. La clave es agregar valor para que los ciudadanos de nuestras comunidades puedan tener trabajo", siguió.

Cualquier similitud con el discurso del Gobierno, que relativiza la influencia de la producción agropecuaria en la creación de fuentes de trabajo, es pura casualidad.

En la argumentación sobre la crisis alimentaria, la Presidenta responsabilizó además a los "países centrales" -el mensaje estaba dirigido a Europa y los Estados Unidos-, a los que acusó de tener "un doble estándar". En relación con eso, dijo: "Por un lado emiten mensajes de libre comercio y no proteccionismo, pero por otro los países emergentes tenemos fuertes dificultades para acceder a los mercados".

Con Brasil, la Argentina pelea ahora por incluir en la declaración de la cumbre un párrafo crítico sobre el proteccionismo. LA NACION supo que, además, en el mismo documento los países importadores de granos pretenden reclamar contra "los gobiernos que adoptan medidas como limitaciones o prohibiciones de las exportaciones".

Más claro: el borrador de la declaración final incluiría una crítica a la Argentina y ninguna queja contra las barreras aduaneras. La Presidenta se enteró y dejó una orden anoche, antes de regresar a Buenos Aires y tras participar en una comida organizada por el premier italiano, Silvio Berlusconi: la Argentina no convalidará una declaración internacional en contra de las políticas del Gobierno.

Por lo tanto, como sólo habrá un documento si la mayoría de las delegaciones lo aprueban, es probable que no haya una declaración de la cumbre.

El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y el canciller Jorge Taiana acompañaron alternativamente a Cristina Kirchner en el recinto. Con ellos charló sobre los números que después indicó en el discurso.

La exposición de la Presidenta terminó con que "no es solamente un problema de producción de alimentos, sino también de distribución de alimentos". Y, como en la Argentina, opinó que "la distribución del ingreso hace a la calidad de vida". Sus colegas tampoco aquí entendieron que el mensaje apuntaba en dos direcciones.

El Gobierno comenzó una nueva ofensiva

Buscará frenar la protesta rural

El gobierno de Cristina Kirchner desplegó ayer una ofensiva contra al sector agropecuario y lo acusó de realizar "planteos desestabilizantes", mientras el ex presidente Néstor Kirchner organiza futuras "acciones políticas sobre el terreno" para disuadir las protestas del campo.

Según confiaron a LA NACION fuentes oficiales, esa política consistiría en "observar y estar alerta" a las protestas del campo en los próximos 10 días. Si se agudiza el conflicto, la agrupación kirchnerista Compromiso K organizaría movilizaciones en defensa de la Casa Rosada, de sus gobernadores e intendentes. Coordinaría esos actos con el PJ, la Concertación Plural, el Frente para la Victoria y las ONG afines a Kirchner.

"Tienen una actitud de particular prepotencia. Hay 2000 productores que están...

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