Otro conflicto con un sector que al Gobierno le es ajeno

Lo dicen las encuestas. En la Casa Rosada están convencidos de que, con los números de aprobación e imagen positiva que vienen recibiendo sobre Alberto Fernández, hay todavía margen para enfrentar conflictos como, por ejemplo, el que empezará pasado mañana con el paro agropecuario. El Presidente cerró esta semana la relación con los productores con la frase menos negociadora para cualquier conversación: "Ellos saben que tenemos razón". Prima aquí, dicen en el Gobierno, un análisis de base electoral: creen que significantes como "la mano dura" y "el campo" pertenecerán desde siempre al macrismo y, por lo tanto, será imposible recabar allí voto alguno alguna vez.Es una decisión más política que fiscal. El monto que eventualmente podría recaudarse con el aumento de tres puntos en las retenciones a la soja no es relevante, menos de 500 millones de dólares por año, y tendrá además un efecto neutro si el Gobierno cumple lo que promete: distribuirlo en su totalidad para paliar la situación de las economías regionales. ¿Vale entonces un conflicto? Los funcionarios habían recibido esta semana la orden de no tocar el tema en público. Pero las verdades más crudas salen últimamente del Instituto Patria.Su presidente, Oscar Parrilli, lo definió ayer así: "Es un orgullo que esos sean los primeros que nos ataquen".El desafío de Alberto Fernández será ahora encapsular la protesta. Que no pase de los autoconvocados, ese núcleo en el que, dice, proliferan exfuncionarios de Cambiemos y que organizó para el jueves próximo la Asamblea Nacional de Productores cerca de Baradero. Es decir, que la medida no se expanda como para comprometer recursos fiscales. El sector agropecuario es, con el de la energía, uno de los pocos capaces de generar aquello cuya carencia es la madre del problema argentino: dólares para solventar el gasto público. El Presidente lo sabe y no tiene inconvenientes en admitirlo. Lo hizo el miércoles en un almuerzo del Consejo Interamericano del Comercio y la Producción. "Para nosotros, el campo, lejos de lo que muchos escriben y de lo que algunos pocos dicen, es un socio estratégico del gobierno argentino. Nosotros necesitamos que el campo crezca, porque el campo exporta, y esa es la única forma que tenemos de conseguir divisas en la Argentina. Nosotros no emitimos los dólares: los dólares nos llegan porque exportamos", dijo. Los críticos de la clase política nacional sonrieron ese día ante un error involuntario en el discurso: el Presidente...

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