Chueco se negó a declarar y lamentó no haberse suicidado

Con un casco verde como para ir a la guerra, un chaleco antibalas y vigilado por guardiacárceles de un grupo especial, el abogado Jorge Chueco, cerebro legal de las operaciones financieras de Lázaro Báez, compareció ayer ante la Justicia, aunque se negó a declarar en la causa en que se lo investiga por lavar dinero sucio del empresario kirchnerista, ex rey de la obra pública santacruceña.

Sólo le dijo al juez federal Sebastián Casanello que lo único que lamentaba era haber fracasado las dos veces en las que supuestamente intentó quitarse la vida la semana pasada. Dijo que no se arrepentía de haberlo hecho y que lo volvería a hacer.

Chueco fue detenido por la policía en Paraguay el martes, luego de que estaba desaparecido desde hacía 15 días. Había viajado a la Triple Frontera y se alojó en dos hoteles diferentes con nombres falsos, como si quisiera esconderse. Abandonó el último albergue y llamó a su mujer para decirle que le dejaba una carta y 40.000 dólares, y que se iba a suicidar. Su esposa empezó a buscarlo, el juez Casanello dispuso el 18 de abril su captura internacional y la policía paraguaya lo ubicó del otro lado de la frontera. Un mero trámite administrativo determinó su expulsión de Paraguay y su llegada al país, detenido.

Con las esposas puestas y lleno de información sensible sobre las operaciones financieras de Báez, Chueco compareció ante el juez. Casanello lo acusa de lavar $ 32.800.000 para Báez, mediante la compra de bonos de la deuda argentina a través de la firma Helvetic Service Group, de la que el abogado tenía un poder. Esos bonos fueron vendidos en el Mercado de Valores de Rosario y los cheques, endosados por Chueco, ingresaron en la cuenta de Austral Construcciones del Banco Nación.

Ante Casanello, Chueco dijo que trabaja como abogado asesorando a empresas y que se dedicó a hacer "un trabajo de orden profesional ajeno a algún injusto penal".

No habló de Báez y no le pudieron preguntar porque se negó a contestar preguntas. Cuando el juez se interesó por su salud pidió que no le falte el Rivotril que está tomando y dijo que no cometió delitos. Recordó que es padre de seis hijos, cinco de ellas mujeres, y que perdieron a su madre por un cáncer. "Lamento no haber concretado exitosamente las dos veces que intenté quitarme la vida, pero no me arrepiento y lo volvería a hacer", le dijo al juez.

Chueco se alojó en un hotel en Encarnación, Paraguay...

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