Certezas y dudas de la contraofensiva cristinista

Cristina Kirchner

El Covid-19 volvió a poner en suspenso al kirchnerismo y al país político. No solo las alegrías que sigue aportando la selección argentina en el Mundial.

El operativo clamor o el comienzo de la etapa poscristinista tendrán que esperar. La contraofensiva de la vicepresidenta tuvo un impasse impensado. No obstante, ya hay algunas certezas, mientras se incorporan otras incógnitas.

Cristina Kirchner volvió en su momento más aciago para anunciar un renunciamiento y un relanzamiento. Esa paradoja (más aparente que real) encierra la nueva incertidumbre que se suma a las perplejidades cotidianas de los argentinos.

El anuncio de que (otra vez) no volvería a ser candidata, con el que sorprendió s y procuró opacar, tanto como deslegitimar, la inédita condena por corrupción a una vicepresidenta en ejercicio que había recibido apenas horas antes, abrió un nuevo escenario y reescribió el guión dominante en la política nacional. Ahora, todos los actores, oficialistas y opositores, intentan reubicarse, en medio de un mayoritario desconciertos.

El acto previsto para pasado mañana y postergado una semana tenía y tiene por destino despejar dudas. En primer lugar, cuánto y a quiénes es aún capaz de movilizar el kirchnerismo en defensa de su jefa.

Cristina Kirchner, el martes pasado, antes de escuchar la sentencia en su contra del caso Vialidad

Luego, qué podría cambiar o confirmar esa concentración tanto en el ánimo y las decisiones de Cristina como en quiénes ella instó, en la noche de la condena, a "tomar el bastón de mariscal" y ponerse al frente de la lucha, en otro regreso a las fuentes discursivas del justicialismo.

La reinstalación de imágenes de hace 71 años que la serie Santa Evita trajo, cobran nueva vida. Aquel renunciamiento todavía es lamentado por buena parte del peronismo, sobre todo por los setentistas.

En el juego de analogías con el ideario peronista, entre el renunciamiento de Evita, el 22 de agosto de 1951, y el 17 de octubre de 1945, de Juan Perón, se traza una línea punteada de incógnitas. Las diferencias con el presente de Cristina Kirchner son abismales. De aquellos actores, una estaba en el esplendor de su popularidad. El otro, en el amanecer de su descomunal vida política.

La vicepresidenta parece estar más cerca de su ocaso y desde ahí pretende ahora ser consagrada en el altar de la Patria, más que ser restituida en el sillón de Rivadavia. Aunque son muchos los que no descartan que "la más maravillosa de las músicas" pueda ser una exigencia difícil de eludir y la haga revisar sus promesas.

La desbordada emocionalidad, cargada de denuestos y acusaciones a sus "enemigos" con...

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