El caso Balenciaga: reinventar una casa de lujo

Demna Gvasalia delineó cómo nos vestimos y la forma en que pensamos la moda

Hacia mediados de la década de 2010, un grupo de diseñadores fue elegido para impulsar las casas tradicionales de París, luego de años de turbulencias donde una serie de renuncias y despidos en las maisons mantenía al mundo de la moda en primera plana. Nicolas Ghesquière en Louis Vuitton y John Galliano en Maison Margiela dieron el puntapié que siguió con Alessandro Michele en Gucci y María Grazia Chiuri en Dior. Hasta que en octubre de 2015 Balenciaga anunció a Demna Gvasalia como director creativo , un nombre sin ningún tipo de resonancia para tal cargo. El diseñador quedó al mando de las colecciones como de la imagen de la etiqueta que Cristóbal Balenciaga había inaugurado en 1937 en suelo francés.

Gvasalia creció en Georgia, en la antigua Unión Soviética. En 2001 obtuvo la licenciatura en Relaciones Económicas Internacionales en la universidad pública y luego se graduó en la Real Academia de Bellas Artes de Amberes, Bélgica, en 2006. Un año antes de su llegada a Balenciaga había generado un gran impacto con Vetements, el colectivo de diseño que comandó junto a su hermano Guram hasta 2019 y en la cual puso en agenda el tema de la moda fea y los objetos cotidianos bajo la lente del lujo. Su debut en Balenciaga fue en marzo de 2016, en el marco de la semana de la moda de París. La apariencia inesperada de los looks que salieron a la pasarela generaron un shock : ¿qué había hecho este diseñador de 35 años con la casa emblema de la elegancia? Camperas acolchadas y de cuero con corderito estilizadas con los hombros al descubierto, una pasada de vestidos con la técnica del patchwork y las bolsas para los mandados en tamaño XL cerraron los últimos looks de un desfile que dió inicio a una forma de usar las prendas y su relación con el cuerpo dada su arquitectura.

Cristobal Balenciaga. Su nombre sigue asociado a la idea de perfección y austeridad

Esta actitud se sintió innovadora, hubo algo realmente nuevo en esa presentación en sociedad. Fueron los consumidores los primeros que adoptaron el cambio por parte de una marca que no era parte de su vocabulario. Con este gesto, Demna comenzó a reinventar una venerada casa de moda, pero sobre todo a delinear cómo nos vestimos y la forma en que pensamos sobre la moda. Aquellos productos que parecían espantosos, como las sandalias Crocs con plataformas y su versión de taco aguja, las botas que se convertían en calzas y todo coloreado en tonos chillones, estaban tratando de ser interpretados por la crítica como por las opiniones en las redes sociales. Mientras tanto, los almacenes que...

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