Casi la mitad de los ocupados trabajan en puestos de muy baja productividad

Las cifras son alarmantes. Según la Universidad Católica Argentina (UCA), hay cinco millones de trabajadores precarios (los llamados informales con continuidad laboral); el subempleo (de supervivencia) afecta a 3,8 millones de personas, y hay 1,8 millones de desocupados. En total, suman 10,6 millones de personas con problemas de . Ante la consulta de LA NACION, el confirma que "hay 11.680.000 personas en esa situación entre desocupados (1,9 millones), informales (siete millones) e inactivos potenciales demandantes (2.780.000)". Es decir, se trata de un cuarto de la población total y la mitad de la población económicamente activa (PEA), que llega a 23.680.000 personas, que no tiene el trabajo que necesita para cubrir sus necesidades.

Esto no es todo. En 2017, un 47,9% de los ocupados, según la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA) de esa universidad, pertenecen al sector microinformal, que comprende establecimientos chicos, de muy baja productividad. Más de la mitad no terminaron el secundario. No tienen aportes jubilatorios ni cobertura de salud y tienen un trabajo que va y viene, sin continuidad. Es prácticamente el mismo porcentaje que en 2016, con leves variaciones desde 2010 en adelante.

A principios de 2016, el Gobierno propuso una ley llamada de "primer empleo", pero no prosperó. Se trataba de bajar costos laborales no salariales para incentivar a empleadores a contratar, en blanco, a jóvenes en situación vulnerable. Ahora intenta que se apruebe una serie de reformas que, a su entender, permitirían mejorar la situación.

"Hay que convencer a los argentinos de que no tenemos problemas nuevos, sino los mismos desde hace décadas", dice el investigador Eduardo Donza, a cargo del informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la UCA, titulado "Características de los trabajadores del sector microinformal y efectos sobre el desarrollo humano 2010-2017".

Al tercer trimestre de 2017 solo un 43,9% de la PEA había logrado acceder a un empleo pleno de derechos, según la UCA. El porcentaje subió un 2,5% respecto de 2016 y es prácticamente el mismo que en 2010. Donde hubo un deterioro significativo en estos siete años es en el subempleo inestable, que llegó al 18,5% en 2017, frente al 18% del año anterior y al 9,7% de 2010. Su característica principal es el reducido nivel de productividad y de retribuciones. Por otra parte, el 27,8% tiene un empleo precario, con continuidad laboral, pero "en negro", y el 9,8% está desempleado...

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