Con el cartel de favorito, como no solía ocurrir

PEKÍN (De un enviado especial).–Hay unas cuantas cosas novedosas en el partido de hoy entre la Argentina y Brasil. Una de ellas, que al seleccionado lo acompañe la idea de que es el favorito frente a su adversario histórico. Habría que retrotraerse bastante en el tiempo para encontrar una situación parecida. Lo explican las secuelas del Mundial, que marcaron de manera profunda a los dos y están todavía frescas. Brasil y su nuevo DT, Dunga, tienen mucho trabajo por delante para recuperar el aura de superioridad que siempre la verdeamarela ha sentido ante cualquier rival. A la Argentina sigue impulsándola la alta autoestima que le dio el subtítulo del Mundial.La idea puede tener bastante de engañoso, pero hoy está extendida y nadie la discute. En la espera de esta tercera versión del Superclásico de las Américas, en el intercambio de información, un periodista brasileño reaccionaba casi como abrumado al leer la formación albiceleste. "Demasiado para Brasil", exageraba. Así de golpeado quedó el fútbol más exitoso del planeta después de la catástrofe del Mineirao.Otra cuestión nueva sí es igual para los dos, que están dando los primeros trazos de sus ciclos de conducción. Gerardo Martino dio el inicial de manera inmejorable, con el 4-2 y una producción auspiciosa justo ante el verdugo de la final del Mundial, Alemania. Este clásico viene a corregir lo único importante que le faltó a ese muy buen estreno: aquí debutará Lionel Messi en la etapa del Tata. Vuelve con la camiseta argentina después de la derrota en el Maracaná. Es un reencuentro esperado para ver cómo encaja la Pulga en la idea de un técnico de quien, junto con Mascherano, tiene referencias más actualizadas que ninguno de sus compañeros, por el año del Tata en Barcelona. "Las opciones que él nos da son variadas. Puede jugar como 9, como habitualmente en Barcelona; o detrás del punta, como en la mayoría de los partidos del Mundial; o como extremo derecho, que es donde jugó en los primeros años en Barcelona. En función de lo que nos toque en cada partido veremos dónde ubicarlo", enumeraba ayer el DT sobre qué función puede asignarle al mejor jugador del mundo. Cabe esperar que Messi se sienta más cómodo en este modelo más ambicioso que el último que conoció con la camiseta argentina.Para él también será regresar a un escenario importante en su vínculo con el seleccionado: en el Nido de Pájaro, el escenario olímpico en 2008, Leo se colgó la medalla dorada en esos Juegos. En aquella final con Nigeria el...