El candidato del FPV, con gremios opositores

"Hola, titán. Vení, sentante acá al lado mío, así apareces en la foto", le pidió Daniel Scioli a Pablo Micheli. Así, el candidato presidencial del Frente para la Victoria rompió el hielo en la sala del piso 19 del Banco Provincia, a donde recibió al líder de la CTA disidente, quien jamás en 12 años fue reconocido como un interlocutor gremial válido por el kirchnerismo.

Como hace una semana, cuando fue el anfitrión de la opositora confederación de sindicatos del transporte, Scioli se diferenció nuevamente del gobierno nacional al dialogar con dirigentes gremiales que no comulgan con el kirchnerismo.

El encuentro de ayer con Micheli surgió por iniciativa de la CTA, que dio ayer el campanazo de largada para una serie de reuniones con los aspirantes a la Casa Rosada. "Pedimos una entrevista con todos los presidenciales y Scioli fue el primero en responder", dijo a LA NACION el jefe ceteísta. Y valoró el gesto del gobernador bonaerense: "Se dio un paso importante. Este Gobierno puso 100 candados para que no ingresemos a ninguna oficina pública, nos discriminó por pensar diferente y jamás nos reconoció como central obrera. A esta altura, no creo que a Scioli le pasen factura [desde el kirchnerismo] por habernos recibido".

Micheli asistió al búnker sciolista acompañado de Hugo Godoy, el flamante secretario general de los estatales de ATE, el dirigente judicial Hugo Blasco y Ricardo Peidro, número dos de la CTA. La comitiva gremial planteó cinco prioridades: reducir la precariedad laboral en el Estado; eliminar la denominada ley antiterrorista; modificar el régimen impositivo, sobre todo, los alcances del impuesto a las ganancias; garantizar el 82% móvil para los...

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