La burbuja 2.0 derrama en el país

La salida a bolsa de LinkedIn hizo vibrar al mundo tecnológico hace unas semanas. El ritmo en la cotización de los activos de la empresa asustó a los expertos, que, temerosos por el recuerdo del derrumbe hace poco más de una década, empezaron a hablar de una nueva burbuja puntocom.La inminente incursión del sitio de cupones Groupon en el parqué y las especulaciones sobre la realizadora de juegos sociales Zynga y las redes Facebook y Twitter inquietan aun a quienes prefieren evitar el término burbuja y reconocen una sobrevaloración en la ponderación de las firmas.Mientras los gigantes se orientan a la órbita financiera, crece el número de pequeñas startups (nuevas empresas) que buscan imitar sus caminos. La Argentina, ubicada en una región emergente, no está ajena a esa lógica. "Hoy los costos de infraestructura bajan en el mundo, y es más fácil crear una compañía y mantenerla", describe Mariano Amartino, blogger, autor de Celularis y director de Hipertextual. "Incluso acá se puede armar un proyecto sin decenas de millones de dólares. Se crean muchas, no siempre basadas en innovación, sino replicando modelos que son exitosos afuera y luego tratan de venderlas a grandes empresas foráneas", critica Amartino, pero reconoce el potencial de negocio.Santiago Bilinkis, creador de la empresa de venta de productos de oficina por la Red Officenet, destaca: "En el país, nueve de cada 10 emprendedores están pensando en proyectos de este tipo por encontrarse con una barrera de acceso bastante baja, pese a que el capital de riesgo está muy trabado. Casi no hay fondos activos en etapas tempranas". De todos modos, el experto cree que existe cierta ingenuidad entre los emprendedores que pretenden triunfar, a veces, sin saber cómo ser rentables.La...