Brenda

AutorDi Iorio Alexandra Marina
Páginas57-77
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Revista Niños, Menores e Infancias Nº11- 2018.
BRENDA
Por Di Iorio Alexandra Marina.
“Y el derecho a castigar ha sido trasladado de la venganza de los soberanos a la
defensa de la sociedad” Michel Foucault - Vigilar y
Castigar
ABSTRACT
La vida y muerte de Brenda se entrecruzaron con la pobreza, la ignorancia y la
desidia de un sistema que no supo ver a tiempo las necesidades básicas de la niña.
Una denuncia que abre el camino hacia el esclarecimiento de una muerte. Una
abuela que acusa a su propia hija por el abandono de su nieta es solo el inicio para
observar como los diferentes actores intervinieron en la vida de Brenda.
El estudio pormenorizado del expediente judicial, permite que el relato bucee en las
distintas realidades que convergen en la vida de una niña de 8 años: familia,
escuela, hospitales y servicios locales.
INTRODUCCION
El presente trabajo es un extracto de un informe que surgió como correlato final del
seminario “Abandono de persona seguido de muerte de un menor” que brindó el
Instituto de Derecho del Niño en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la
Universidad Nacional de La Plata en 2016.
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Revista Niños, Menores e Infancias Nº11- 2018.
La de Brenda es una muerte anunciada. Desde el principio, la lectura del expediente
hace surgir varios interrogantes: ¿cómo era la familia de la nena?, ¿cómo y dónde
vivían? ¿Y el colegio?, ¿sus maestras?, ¿los médicos que la atendían?, ¿cuál fue el
papel del Estado? ¿Funcionó el servicio zonal? y otras tantas inquietudes que
fueron surgiendo a medida que avanzaba la lectura.
En esta historia hubo un papel principal y fue la celiaquía, enfermedad que influyó
en el fallecimiento de la pequeña ¿Cómo hoy, en el siglo XXI, una nena de 8 años
muere de una enfermedad tratable?
Brenda no comía. Brenda se dormía en la escuela. Brenda vomitaba. Brenda está
muerta. Su fallecimiento a los 8 años es una crónica de desidia, desamparo e
ignorancia.
Brenda Lara nació en el hospital Gutiérrez de La Plata. La nena vivía con su mamá
Alicia Vitali, su padrastro Amílcar Parra, y sus hermanos Mariana Lara, Fernanda,
Mariano, Analía y Sergio Parra, en una precaria casa frente al barrio conocido como
La Favela. De su padre biológico Waldo Lara solo se sabe que residía en
Hernández. Nunca tuvo vínculo con las nenas ni convivió con Alicia.
Con 6 años quedó internada, su abuela materna Cristina Firpo la llevó al Hospital
San Roque de Gonnet porque la veía muy delgada. Los médicos le diagnosticaron
distrofia en grado 2 crónico. Además, del "riesgo social" con posible SMI (síndrome
de maltrato infantil). Para su mamá, Brenda no comía como producto del
"crecimiento"…
15 días transcurrieron del alta del nosocomio pero solo hubo una condición: el
seguimiento familiar que consistía en dieta, suplementos, un nuevo control e
interconsulta a Cardiología. Nada de eso sucedió. La nena volvió a su realidad, un
hogar repleto de carencias, adultos imposibilitados en ver el problema y otros
menores que requerían cuidados.
Comenzó el colegio con las clases ya iniciadas. El cansancio y la debilidad la
mostraban distante mientras que la familia atravesaba distintas situaciones
conflictivas, el desalojo por orden judicial de una vivienda y problemas con la ex
pareja de su padrastro que postergaron el seguimiento médico de la nena.
"Alicia no tenía nada, ni para comer, pero nosotros la ayudábamos porque el papá le
llevaba cosas", recuerda su madre.
Brenda estaba delgada. Desmejorada. No jugaba. No hablaba.

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