Brasil y la transición a la realidad: los gastos deficitarios de la megafiesta

RÍO DE JANEIRO.- "Imagina na Copa" era la muletilla que los brasileños utilizaban cada vez que algo funcionaba mal y temían que durante el Mundial de fútbol fuese a empeorar... Pues la Copa acabó siendo todo lo contrario a lo que la mayoría del país se imaginaba: fuera de la cancha casi todo anduvo bien, y el mayor problema que sufrió Brasil fue con su selección, en la humillante derrota 7-1 frente a Alemania."Los pronósticos que se hacían sobre el Mundial eran los más terribles posibles. Comenzaban con el 'No habrá Copa' e iban hasta el Va a ser la Copa del caos'. Derrotamos las previsiones pesimistas y realizamos esta Copa de las Copas. Además, Brasil demostró dignidad al tener ese revés en un partido. Es necesaria esa actitud para saber perder. Brasil mostró que es capaz no sólo de hacer la Copa de las Copas, sino también de enfrentar lo que lo sucedió", aseguró la presidenta Dilma Rousseff, el lunes pasado, al hacer un balance del megaevento.Tras un mes a puro fútbol, poco a poco esta semana los compilados de los mejores momentos del Mundial fueron disminuyendo en los programas de televisión. La mayor transición hacia la realidad post-Copa se dio ayer, cuando comenzó la campaña televisiva de cara a las elecciones presidenciales del 5 de octubre. El país pasó de tener 32 selecciones que soñaban con alzar la Copa en el estadio Maracaná a tres principales candidatos que aspiran a saludar al público desde el parlatorio del Palacio del Planalto: Rousseff, la actual mandataria, del Partido de los Trabajadores (PT); el senador Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y el ex gobernador de Pernambuco Eduardo Campos, del Partido Socialista Brasileño (PSB).Si bien en medio del Mundial la fiesta futbolística y su fluida organización parecieron darle un impulso a la candidatura de Rousseff, que tuvo un leve aumento en las intenciones de voto, ahora está claro que el partido político acabó 0 a 0 para el gobierno y la oposición, y comienza un tiempo extra, con un ritmo muy distinto al anterior. La primera encuesta de Datafolha divulgada tras el Mundial, y publicada el viernes pasado, confirmó que la mandataria sigue siendo la favorita para ser reelegida, aunque perdió dos puntos en su liderazgo y pasó del 38% de las preferencias, a principios de mes, al 36%, frente a Neves, que se mantuvo con el 20%, seguido por Campos, quien bajó del 9% al 8%. Ya en una eventual segunda vuelta, Rousseff contaría con el 44% de los sufragios, mientras que...

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