Los baños de Estambul: el hammam es el lugar de encuentro, reflexión y purificación de los turcos

Se la llamó Bizancio. Se la llamó Constantinopla. Fue capital del Imperio Romano de Oriente, del Latino y del Otomano. Hoy es conocida como Estambul, y es la urbe transcontinental más importante del mundo, además de una de las ciudades más vibrantes del mundo.

Y verdaderamente hay algo místico y misterioso en esta ciudad. Centro del mundo para gran parte de la civilización medieval, partida al medio por el Bósforo. Dividida entre Europa y Asia.

Caminando por sus calles puedo respirar la lucha entre Oriente y Occidente, demostrada a través de fuertes hábitos y costumbres. La superstición es uno de ellos. Puedo ver pendiendo en todos lados el Nazar Boncuk, un amuleto que se parece a un ojo azul y que se utiliza contra el mal de ojo. Todo el mundo lleva uno de ellos.

Palacios, mezquitas, iglesias, torres, bazares, tal es la herencia de emperadores y sultanes que moldearon esta ciudad con sabiduría y megalomanía. El Kapaliçarsi, el Gran Bazar, en el centro de la ciudad vieja, con sus cincuenta y ocho calles cubiertas y cuatro mil tiendas, recibe a casi medio millón de personas todos los días. Allí, en un pequeño bar, me encuentro con Altan. Lo hallo en una pequeña mesa con un pocillo de café en mano y enzarzado en una calurosa discusión con los habitués. Después de los saludos de cortesía y las preguntas sobre el clima, la familia y el fútbol (sí, aquí, en Estambul, este deporte se vive con mucha pasión), con una reverencia se despide rápidamente de los dueños del lugar y me invita a seguirlo por el entramado callejero del mercado para dirigirnos a Çemberlitas Hammam, muy cerca del bazar, uno de los baños turcos más conocidos de la ciudad.

Toda experiencia en esta ciudad no sería completa sin haber vivido ésta, una de las tradiciones más importantes que hay aquí. Heredado de los romanos, el hammam es el lugar de encuentro, reflexión y purificación tanto física como espiritual de los turcos.

Éste, en particular, fue abierto en 1584 por el famoso arquitecto Minar Sinan a instancias de la sultana Nur-u Banu, una de las favoritas del sultán Selim II.

Altan, a los gritos, me explica cada uno de los espacios mientras saluda a todo el mundo. Lo primero es el camekan...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR