Una aventura agreste y al limite

SAN MIGUEL DE LOS SAUCES, Mendoza.- El desierto que todo lo puede parece no haber logrado quebrar la fuerza de voluntad de un pequeño grupo de hombres que se atrevió a desafiarlo durante tres días. Allí, donde las noches y las mañanas someten con rigor impensado casi a diario, medio centenar de hombres se animó a la aventura propuesta por Berocca con sus 100 Km, Desafío al Desierto.

A más de 170 kilómetros de la ciudad de Mendoza, donde el paisaje árido y agreste comienza a adueñarse de la geografía y el desierto parece resignificarse metro a metro, se levanta San Miguel de los Sauces, un paraje donde apenas una decena de casas de adobe se ubican casi caprichosamente en derredor de la Escuela Rural N° 8-404 albergue, único centro generador de novedades de la zona.

Allí, donde el agua potable, que llega una vez por semana, es el bien más preciado, se instaló el campamento base, ante la atenta tutela de los más de 90 niños de entre 5 y 12 años, que tienen nueve días de clases, separados de su familia y cinco de descanso.

La primera jornada tenía pervisto el recorrido más extenso y complicado de los tres. Los 42 kilómetros que comenzaron en la Reserva Telteka, llevaban a los aventureros a atravesar el reseco y pedregoso terreno desértico, plagado de duras y largas espinas. Allí, antes del primer cuarto de carrera y tras haber superado los Altos Limpios (en dos ocasiones) -un conjunto de dunas de hasta 50 metros de altura-, los corredores comenzaron a experimentar la hostilidad de la competencia. Para entonces, el duelo por la punta entre Martín Paterno y Guillermo Brückl parecía resuelto en favor del primero. El resto de la etapa no hizo más que confirmar la tendencia, esa que se repetiría el resto de la carrera.

El calor del mediodía y la arena complicaron aún más las cosas para los cincuenta valientes, porque el terreno blando obligaba a esfuerzos mayores e incalculados. Pero el cordobés Paterno pareció desconocer semejante exigencia y sobre los kilómetros finales aumentó la diferencia a cinco minutos, con el segundo, Brückl, detrás a 27 minutos y el lavallino Fabián Lucero en el tercer lugar.

Los fogones nocturnos y las extensas charlas del improvisado campamento (donde no faltaron las guitarras ni los chistes) no alcanzaron para mitigar el extenuante cansancio ni para borrar las huellas de la primera etapa.

El Parque Nacional de Sierra de Las Quijadas, en San Luis, distante a 100 kilómetros de San Miguel de los Sauces, ofrecía otra...

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