El arte de sortear párrafos

JOSE IGNACIO.- El otro día, en un almuerzo muy internacional sobre el mar, una amiga brillante y mordaz, educada en los mejores colegios y universidades de Estados Unidos y la Argentina, describía con lujo de detalle el tratamiento corporal al que se sometía y que incluía electricidad en zonas bastante alternativas, antes de pisar la costa atlántica. Otros comensales competían a ver quién declaraba el romance estival más cuestionable por el sentido común. Y unos últimos comparaban notas en cuanto a métodos de creación propia para combatir el estreñimiento estival.Cuando hay viejos amigos, clericó y los chicos juegan lejos, ¿no queda nada que dé vergüenza confesar? En una situación así, vale la pena preguntar quién se saltea partes de los libros al leer. Por las caras de indignación que la mera sugerencia inmediatamente trae, uno podía pensar que se está frente al último tabú.Sin embargo, hay referencias clásicas para quienes reconocen esta práctica. En "Diez novelas y sus autores", Somerset Maugham habla del "arte muy...