La amenaza populista puede crecer en 2019

Los argentinos conocemos la incertidumbre. Estamos acostumbrados a convivir con ella. Durante el año pasado, ese sentimiento que arrebata el presente en el vértigo que produce un futuro también escamoteado se ha expandido en el mundo, así como han crecido los políticos que aprovechan el desconcierto en beneficio propio. Todo indica que durante 2019 esta tendencia no solo se afirmará, sino que incluso podría resultar más intensa. Si esperábamos un año más compasivo que el anterior, no sería este. Y es que tanto en la Argentina, con , como en buena parte de los países democráticos, lo que en el fondo está en jaque es el sistema republicano de división de poderes y garantías individuales que tanto ha costado conseguir.¿Qué fue lo que nos robó el futuro? ¿Dónde nace esta incertidumbre que se palpa incluso en la vida diaria? Creo que el futuro fue fagocitado por la aceleración del presente que trajo consigo la revolución tecnológica, que lo ha cambiado todo, desde el ritmo que llevaba la globalización hasta la forma en que nos comunicamos, pasando por cómo entendemos y abordamos eso que llamamos realidad. El sustrato cultural que sostenía valores y jerarquías más o menos aceptadas se ha resquebrajado y, como en un sismo, todo aquello que encontraba apoyo en él ha comenzado a temblar. Ya nada es lo que era. Hoy los trabajos son precarios. Y las economías, tan volátiles como las creencias. En medio de una desigualdad creciente, vastos sectores de la población de muchos países se sienten abandonados a su suerte. Ante la falta de certezas, el futuro, que había sido la oportunidad de progreso, hoy resulta una amenaza. Así crecen el miedo y el resentimiento, materia prima de los populistas que han empezado a multiplicarse a lo largo del globo.¿Cómo se entiende, si no, que lleguen a la presidencia candidatos que desprecian abiertamente a las minorías, machistas y misóginos, que no muestran ningún respeto por los que piensan distinto? Lo que parecía difícil de creer ha vuelto a ocurrir y puede suceder otra vez. Primero fue , y luego, más cerca, . Ambos han acicateado el miedo y el resentimiento entendibles de buena parte de sus sociedades para promover una polarización sin matices que los entronizara en lo más alto del poder. Mesiánicos y redentoristas, apelan a un nacionalismo elemental desde el que pretenden rescatar a sus respectivos países del mal para devolverlos al bien, que ellos encarnan mucho menos en sus ideas, si las tienen, que en sus...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR