El ajuste a los jubilados y la realidad de un sistema fundido

La dirigencia argentina debe abandonar los relatos populistas y debatir la reforma profunda de un régimen previsional que es cada vez más inviablede para ajustar las jubilaciones en función de una variable de actualización que contempla la variación de los salarios y la recaudación de impuestos que van a la Anses, y que dejará de tener en cuenta la inflación, ha despertado airadas controversias, al tiempo que puso una vez más de manifiesto el agotamiento de los relatos populistas y de las promesas electorales.Es más que probable que, con las actuales proyecciones económicas, que dan cuenta de que la elevada inflación de este año se acrecentará en los próximos meses, los jubilados vuelvan a perder poder adquisitivo de sus ya históricamente magros ingresos. Y no puede menos que llamar la atención que quienes protagonizaron a fines de 2017 ruidosas movilizaciones, que casi terminan con el incendio del Congreso, hoy acepten complacidos esta nueva fórmula de movilidad jubilatoria.La hipocresía y la mentira de algunos dirigentes y funcionarios actuales no puede sorprendernos. El sistema previsional ha sido durante muchas décadas una variable de ajuste para paliar gigantescos gastos del Estado que terminaron solventando los aportantes con haberes jubilatorios vergonzosos en función de las contribuciones efectuadas a lo largo de su vida laboral. Los fondos de la seguridad social fueron con frecuencia una monumental caja de la que, en distintas épocas, se sirvieron discrecionalmente los políticos para hacer frente al déficit fiscal derivado de la irresponsabilidad y de la corrupción del sector público. El kirchnerismo lejos ha estado de ser la excepción.En 2008, el gobierno de mintió y estafó a los aportantes cuando el Estado confiscó los dineros depositados en administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones (AFJP), que funcionaban desde la reforma previsional de 1993. Se pudieron haber solucionado los defectos del sistema privado de jubilaciones con algunos retoques, que incluyeran una baja de las elevadas comisiones que cobraban las AFJP a sus afiliados; sin embargo, las autoridades optaron por incautar los fondos y por pasar a todos sus aportantes al régimen de reparto estatal, que se tornó aún más...

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