Una rendición ante la inseguridad

La . volvió a demostrarlo anteanoche. Al presentar su proyecto de , protagonizó una rendición doctrinaria. La propuesta oficial es, en muchos aspectos, un reconocimiento silencioso a algunos de sus más destacados rivales políticos. O una defraudación para el ala más radicalizada del oficialismo, que había soñado con la fundación de un orden jurídico menos punitivo.En varios pasajes del articulado enviado al Congreso, la Presidenta tomó partido por la posición más conservadora del debate penal.Aquella que, como denunció Michel Foucault, no castiga a los individuos por la transgresión corroborada de normas específicas, sino, también, por su "peligrosidad". Esa ideología está detrás del criterio que ve en la reincidencia el agravante de un delito. La señora de Kirchner se apropió de ese criterio, lo que implica algo más que un alineamiento teórico: fue una forma de recusar las teorías del juez Raúl Zaffaroni. Si Zaffaroni necesitaba un motivo más para dejar al Gobierno con un voto menos en la Corte Suprema a partir de enero, ya se lo dieron. A diferencia de Ricardo Lorenzetti con el Código Civil y Comercial, la década ganada no lo convertirá en padre de una gran reforma en su especialidad. Funcionarios judiciales atribuyen a este desencuentro el alejamiento de Zaffaroni. Es cierto que en enero cumplirá 75 años, pero hasta ahora la doctrina de la Corte, expuesta en el caso Fayt, es que la cláusula constitucional que fijó ese límite de edad es nula de nulidad absoluta.La otra adhesión, si se quiere subliminal, de Cristina Kirchner al concepto de "peligrosidad" aparece en la decisión de deportar a los extranjeros que sean sorprendidos mientras actúan fuera de la ley. Aquí los decepcionados serán los profesores del grupo Carta Abierta. En su último pronunciamiento, encendidos de garantismo, acusaron: "Se busca suscitar las reacciones más agazapadas en la oscuridad de las conciencias, usando gentilicios habituales, de valor fraterno, como «chilenos» y «paraguayos» , pero para invertirlos. Y así los hacen sinónimos de una amenaza difusa, que luego sirve para justificar tremendos y reprobables conceptos, como el de «deportación». ¿Es que se habla contra las derechas utilizando los mismos conceptos de las derechas? No es así como todos esperamos que se traten las necesidades y carencias de sectores de la población que son víctimas antes que agentes de actos furtivos o comercios ilegales".Los intelectuales oficialistas criticaban, sin llamarlo por su...

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