El regreso de Quasimodo

Junto con Drácula, este musical define con precisión la estética exuberante y barroca del dúo creativo conformado por Pepe Cibrián Campoy, responsable de los libros, y Angel Mahler, al frente de lo musical. A 20 años de su estreno en el Luna Park, El j orobado de París vuelve a la cartelera con elenco renovado y una puesta que, dada cierta cercanía entre los actores y los espectadores que posibilita la sala del Presidente Alvear, permite un disfrute mayor de la palabra sin por ello dejar de lado la grandilocuencia visual sustentada en un vistoso vestuario, una iluminación de climas y una estructura escenográfica que favorece el desplazamiento en varios niveles."¿Por qué no pueden ver que bello soy?", dice Quasimodo, el famoso protagonista de esta historia inspirada en Nuestra Señora de París , de Víctor Hugo. Y es ese planteo el que sintetiza la tensión del trazo argumental. Las diferencias estéticas y, sobre todo, morales de una sociedad sumergida en mandatos, roles, instituciones corruptas, miserias, amores contrariados, y la imposibilidad de verse y revisarse desde un lugar de misericordia y espiritualidad superior. La negación del espíritu enceguece a tal punto que impide esa posibilidad suprema que es el libre albedrío. Y eso es justamente lo que proclama el personaje protagonista, desfavorecido en un físico defectuoso, pero embanderado en una libertad interior con la que sortea obstáculos y marginaciones.Las letras de Cibrián Campoy danzan en la música creada por Ángel Mahler e interpretada por una sólida...