El Gobierno planea sumar otros 15.000 empleados a la estructura del Estado

Esta nota bien podría titularse "empleo público para todos y todas". Sería una exageración si no fuera por el crecimiento exponencial que tuvo el plantel de empleados de la administración central a lo largo de los 12 años de gobierno kirchnerista, que llegó al 55% desde 2003. Pero a tono con este jubileo, la presidenta Cristina Kirchner quiere incorporar, antes de abandonar el poder en diciembre próximo, 14.985 nuevos empleados públicos a las plantas permanente y transitoria de la administración. Así lo dispuso en el proyecto de ley de presupuesto 2016, en debate en el Congreso.

El aumento del empleo público es, junto con el crecimiento del déficit fiscal -que trepará al 7% del PBI-, la brecha cambiaria del 70% y la sostenida caída en las reservas, parte de la "pesada herencia" que Cristina Kirchner dejará como legado a su sucesor. Para 2016, el presupuesto prevé un plantel de 427.255 empleados permanentes y transitorios para desempeñarse tanto en la administración central como en los organismos descentralizados e instituciones de la seguridad social. En esta cifra se incluyen otros entes del sector público, como la AFIP y el Instituto de Cine (Incaa).

En la actualidad ese plantel alcanza los 412.270 agentes, por lo que la diferencia de un año a otro será de casi 15.000 nuevos empleados que se sumarán a las plantas permanente y transitoria. "Representa una suba del 3,6%, un número importante. No obstante, hay que decir que el pago de las remuneraciones correspondientes no significa un porcentaje relevante dentro del total del gasto, sólo del 10,4%", indicó a LA NACION el presidente de la Asociación Argentina de Presupuesto, Rafael Flores (ASAP).

Es que el problema no es económico, sino más bien político: quien asuma la presidencia en diciembre próximo heredará una estructura sembrada de empleados afines y militantes del kirchnerismo incorporados por el Gobierno en los últimos años. Entre ellos, familiares y amigos de importantes funcionarios públicos.

Los candidatos presidenciales de la oposición ya tomaron nota del asunto: Mauricio Macri (Cambiemos) tiene en mente una reasignación de funciones para optimizar la labor en el Estado, en un plan similar al que instrumentó en la Ciudad (que mantuvo relativamente estable el plantel de empleados).

Sergio Massa, su rival del UNA, fue más allá. "Voy a borrar a los «ñoquis» de La Cámpora que nos quieren dejar de parásitos en el Estado", enfatizó el candidato presidencial opositor al lanzar su...

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