Zidane le da sus últimos días de futbolista a la veterana Francia

Costará encontrar en el Mundial un seleccionado con un promedio de años superior al de Francia. En materia de edad en la composición de un plantel, la cátedra suele coincidir en que lo más conveniente es el equilibrio, en evitar los excesos de juventud y veteranía. Francia está mucho más cerca de ser un equipo de treintañeros. Con jugadores que están en el tramo final de su carrera: Barthez (34 años), Thuram (34), Makelele (33), Zidane (33), Dhorasoo (32). El promedio de edad de la formación con más probabilidades de ser titular supera los 29 años. Y eso que en el camino fueron quedando históricos, como Desailly, Lizarazu, Candela, Petit, Djorkaeff, Lebouef y Micoud.

Claro que un análisis de Francia no puede ni debe reducirse a una cuestión de fechas de nacimiento. Imposible soslayar la calidad y el prestigio internacional de varias de sus individualidades. A la cabeza de todas ellas se mantiene Zinedine Zidane, el faro futbolístico que es guía para compañeros y despierta la veneración de los hinchas. Zizou, hijo de kabiles, una minoría étnica del norte de Africa, con su clase y estampa de líder pacífico, se constituyó en el símbolo de la Francia integrada y multirracial que obtuvo el título de 1998.

Así como Zidane y sus dos goles de cabeza fueron la imagen de la final ganada a Brasil en 1998, su cuerpo abatido e impotente, en el piso, fue la ilustración de la eliminación francesa en la primera rueda ante Dinamarca, en el Mundial 2002. Nunca un defensor del título se había ido sin poder marcar un gol en tres partidos.

Hace unos días, Zidane anunció que el Mundial de Alemania marcará su retiro del fútbol. Cada vez le cuesta más recuperarse de las dolencias físicas y alcanzar un estado óptimo. Por estas causas había cerrado su capítulo en Les Bleus después de la Eurocopa 2004. Pero en agosto último...