El yerno del empresario. Mató al padre de su pareja y todavía buscan al cómplice del crimen

Mientras soplaba las velitas en su cumpleaños número 67 con uno de sus nietos en brazos, el empresario español Roberto Fernández Montes jamás pensó que quien estaba a su lado y lo ayudaba en la tarea, sería su asesino tan sólo nueve meses después. Su yerno, Santiago Corona (37), casado con Natalia, una de sus dos hijas y padre de sus dos nietos, era la persona en quien Fernández Montes había confiado desde hacía años el futuro de su empresa constructora . Además, le había dado un lugar privilegiado en las decisiones que se tomaban día a día… No sólo en cuestiones de trabajo, también en lo que hacía al movimiento de importantes sumas de dinero. Lo sentía realmente como el hijo varón que no había tenido, ni más, ni menos…

Cámara oculta

Así transcurrió todo hasta el trágico 21 de enero de 2017, cuando Corona junto a un cómplice y presunto sicario, Ramón Fernández Torres, de nacionalidad paraguaya, apodado El Carnicero , entraron al domicilio del empresario, ubicado en el quinto piso del edificio de Aranguren 36, barrio de Caballito. A las 9.05 ingresó El Carnicero por la cochera a través de un control remoto. La víctima llegó a las 12.09, y su yerno a las 12.54, con un guante negro en su mano derecha. Todo quedó registrado en las cámaras de seguridad, que no funcionaban hasta el día anterior al homicidio, información que los delincuentes manejaban, si no, no se entiende tanta torpeza o sensación de impunidad.

Los investigadores policiales siguieron viendo la cinta y observaron cómo ambos sacaron el cuerpo envuelto en sábanas y un cubrecama por uno de los ascensores y luego lo cargaron en el baúl del Suzuki Fun de Giselle, la otra hija de Roberto Fernández Montes, que residía ocasionalmente con su padre, pero al momento del hecho no se encontraba presente.

Veinticuatro horas más tarde, el auto fue encontrado incendiado en Almirante Brown. Dos días después -martes 24- un transeúnte halló en Cañuelas el cadáver quemado de un señor, con un detalle que fue clave: un rosario de metal que usaba y que su hija Giselle terminó reconociendo.

Roberto Fernández Montes con una de sus hijas y Santiago Corona, su yerno, en el balcón del departamento donde fue asesinado.

Ante la evidencia, la policía diseñó un plan para que el yerno del empresario no se fugara. Por eso le solicitó a Giselle que llamara a su hermana con el objetivo de conocer si el probable homicida había regresado al hogar. Santiago Corona efectivamente estaba en su casa. Entonces Giselle le...

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