Ramón vuelve al ruedo para levantar a River

SAN JUAN.- Que River empiece un ciclo el día que termina un campeonato es todo un indicio de los desbarajustes a los que se entregó en los últimos años. Cualquier desatino y contradicción de la gestión de Passarella queda hoy difuminado por todo lo que irradia Ramón Díaz, que esta tarde, en San Juan, comenzará el tercer ciclo como director técnico de River frente a San Martín, por la última fecha del Inicial.Por ahora, la llegada del entrenador más exitoso en la historia del club (7 títulos; 5 locales y 2 internacionales) es un golpe de efecto al que se tuvo que rendir hasta el presidente, a quien no le funcionó ninguno de los atajos (Leonardo Astrada, Ángel Cappa, Jota Jota López, Matías Almeyda) con que resistió el nombramiento de Ramón. El Pelado representa el período más glorioso de los últimos 15 años en medio de un presente en el que River anda con el orgullo herido. El técnico llega para restaurarlo, para devolverle la alegría al hincha, con su discurso sanador y la convicción de que los desafíos de este club nunca le quedaron grandes.La evocación y la nostalgia son inevitables, pero la actualidad de River -sobre todo- y de Ramón son diferentes a aquellos buenos viejos tiempos. Basta con detenerse en lo que fueron sus dos debuts anteriores. El 26 de julio de 1995, el Pelado, en su primera experiencia en la profesión, se presentaba en el Monumental por los cuartos de final de la Copa Libertadores con un 1 a 1 ante Vélez (gol de Gabriel Amato, que había reemplazado en el segundo tiempo a Almeyda, justo la dupla técnica despedida hace menos dos semanas).Su estreno en la segunda etapa también fue por una competencia internacional, la Copa Mercosur...