Sin vuelta: la serie definirá el destino en la Copa y será influyente en el futuro

La trilogía llega a su fin. El capítulo más importante, el que tiene que ver con la Libertadores, se define esta noche en la Bombonera. En el primer choque por los octavos de final, un River con la sangre en el ojo se impuso con vehemencia por 1-0 y Boca quedó condicionado por no marcar como visitante. En números es la diferencia que hay entre el último superclásico y el de esta noche. Las comparaciones, las probabilidades y los escenarios surgen naturalmente y son un elemento más de atracción... como si un Boca-River necesitara algún plus de convocatoria para ser lo que siempre es.

Se asume como una verdad absoluta el lugar común que dice que "en un superclásico los antecedentes no sirven para nada". Y otra que nadie se atreve a negar es que de un clásico ninguno sale igual, y mucho menos en una definición como la de esta noche, desde las 21. Siempre influyente sobre el legado anímico, es imposible salir indemne de este tipo de partidos y resulta válida una mirada sobre qué escenario aguarda por ambos en el partido y, especialmente, después de la definición del pasaje a los cuartos de final. Desde anoche, tras eliminar por penales a San Pablo, se sabe que al ganador lo espera Cruzeiro.

¿Cómo llegan deportivamente?

Por el lado de Boca, el plantel llega con algunas dudas por el impacto que significó la derrota en el Monumental y sin haber marcado un tanto. El Vasco Arruabarrena no dispondría desde el arranque de Marco Torsiglieri y Nicolás Lodeiro, dos refuerzos que se suponían eran parte de la base titular del entrenador xeneize. En su lugar ingresarían Guillermo Burdisso y Federico Carrizo; en el ataque estará Daniel Osvaldo. En River, Gonzalo Pity Martínez se impone en la consideración de Marcelo Gallardo para reemplazar al suspendido Teo Gutiérrez; algunos especulan que se moverá detrás de Mora, que puede ser el único punta del equipo. Los duelos tácticos serán una constante en un partido con dos estilos que cada vez se diferencian más, pero que necesitan encontrar la fórmula certera para alcanzar el objetivo.

¿Qué impacto anímico representará la victoria en la serie?

Para Boca sería la confirmación del proyecto de Arruabarrena y que la política de compras de este semestre, con un aporte por encima de los 10 millones de dólares, puede dar los resultados esperados. El objetivo es la obtención de la Copa Libertadores. Para el ciclo de Gallardo, sería el impulso de un sentimiento que se instaló desde su desembarco y que viene creciendo aún...