La voz del gran encanto

Categórico, definitivo, rotundo y, como siempre, excelentemente documentado, Norman Lebrech declara que la industria discográfica de música clásica ha muerto. En su último libro , Life and D eath of Classical Music, el gran investigador inglés recuerda lo que, hasta hace poco más de una década, era la proliferación indiscriminada de registros y ediciones de compactos que eran arrojados al mercado sin que pudiera percibirse alguna planificación estratégica que protegiera a los productos culturales y a los artistas o que, de algún modo, contemplara lo que a futuro iría a suceder con el planeta música. De aquellas decenas mensuales de lanzamientos, a cargo de las grandes discográficas, y de las pequeñas también, hoy se ha llegado a una escasez que, además, ni siquiera atrae demasiado. Entre los pocos artistas que en este tiempo de agonía y estertores todavía pueden promover algún sacudimiento (y ventas), está Anna Netrebko, la increíble soprano rusa que combina, como sólo ella puede hacerlo, las excelencias del canto y la interpretación musical con una imagen sumamente atractiva que, hoy por hoy, no es un detalle menor.El año pasado, bajo la apabullante ola que implicaron los aniversarios redondos de los nacimientos de Chopin, Schumann y Mahler, fundamentalmente, quedó opacado el...