Volvió como siempre: picante

No hay lesión que pueda catalogarse de oportuna, pero las que había sufrido Angel Di María ocurrieron en momentos cuyos perjuicios corrían el riesgo de ser mayores a los habituales. El 6 de noviembre, un desgarro en la pierna izquierda lo sacó del partido en que Real Madrid goleaba a Osasuna. Esa semana lo lamentaron Sabella y el seleccionado argentino, que no lo tuvieron en la importante serie de las eliminatorias contra Bolivia y Colombia. Reapareció a los 20 días en Real Madrid y, tras cuatro partidos (en ninguno completó los 90 minutos), otra vez le crujieron los músculos de la misma pierna. Era el 17 de diciembre y los impedimentos físicos le borraban la sonrisa que durante el 6-2 contra Sevilla le habían dibujado un gol y dos asistencias, rubro en el que se mantiene como el N° 1 de la Liga de España, con 14 pases para que sus compañeros los transformen en goles.En plena rehabilitación, en un entrenamiento, la ansiedad por reaparecer lo traicionó. Se resintió de la lesión y quedó al margen, nada menos, que de los cuartos de final ante Barcelona por la Copa del Rey. Otra vez, paciencia para poner el físico a punto mientras su equipo, más allá de la eliminación ante Barcelona, tomaba un ritmo demoledor en la Liga de España. Con Özil, Kaká, Benzema y Cristiano Ronaldo, Real Madrid empezó a desplegar todo el poderío ofensivo que siempre se le supuso, pero que José Mourinho recortaba con formaciones más conservadoras.Más allá de algunas suspicacias por el hecho de que Mourinho y Di María comparten representante (el portugués Jorge Mendes, el más influyente en Europa), el entrenador siempre valoró el estilo vertical y agresivo del ex Rosario Central. En este Real Madrid que abrió una brecha abismal (13 puntos) con el tricampeón Barcelona, en el que...