Vivir con humo todo el año. Lluvia de cenizas, accidentes de auto, problemas respiratorios y ojos irritados: el drama en primera persona

Fernanda Del Carlo (centro) posa en la costanera de Villa Constitución con el humo por la quema de pastizales de fondo

Fernanda Del Carlo (54 años) sabía que Buenos Aires amanecería con humo un día antes de que la nube gris llegara a la Capital Federal. "Nosotros ya tenemos la vista entrenada, conocemos las corrientes de viento y sabemos lo que hace con el fuego", explica. Cuando dice "nosotros" se refiere a los vecinos de Villa Constitución, ciudad ribereña de Santa Fe, sobre el límite de la provincia de Buenos Aires, que convive intermitentemente, durante todo el año, con incendios que en su mayoría son provocados por el ser humano.

Ella es fotógrafa y dueña de una tienda de disfraces. "Mi casa está a dos cuadras del río... bueno del Delta", corrige rápidamente. Y se explica: "Es que ahora ya no hay tantos canales, parece más un campo que otra cosa".

Las sequías de los últimos años dejaron juncos y ramas que rápidamente pueden encenderse. El Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario calcula 15.000 hectáreas fueron quemadas durante los últimos incendios. Pero hay un dato aun más desesperante: en los últimos tres años, desde Entre Ríos hasta Buenos Aires, se incendiaron 1,15 millones de hectáreas de Delta, lo que equivale a 56 veces la ciudad de Buenos Aires. Gran parte de la responsabilidad es atribuida a la expansión agrícola y ganadera en la región.

Convivir con el humo

Villa Constitución está sumergida en humo desde hace dos semanas. "A veces es más espeso y otras veces menos, pero nunca termina de irse", denuncia Del Carlo. El último incendio en el Delta, frente a la ciudad, se registró el lunes por la noche. "Es curioso, pero yo estaba particularmente feliz porque el viento cambió y no llegó humo las casas", comenta entre risas nerviosas. "Pero el del sábado pasado sí fue muy fuerte para nosotros", agrega.

Los incendios del fin de semana pasado cubrieron varios días Villa Constitución, Rosario, San Nicolás, Baradero y varias zonas más. El paisaje se asemejaba a una neblina densa y blanca. La visibilidad no pasaba de los diez metros. "Mucha gente, cuando pasa por Villa Constitución en la ruta, piensa que hay niebla... Pero es fácil de reconocer que es humo por el olor. Dependiendo de qué se esté quemando, el olor va cambiando. Pero siempre es asqueroso para mi", asegura.

En el último fin de semana, la densidad del humo provocó un choque en cadena de camiones de carga sobre la ruta 9, a la altura de Villa Constitución...

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