Una visión despiadada e imponente

Leviathan (Rusia /2014, hablada en ruso) / Dirección: Andrey Zvyagintsev / Guion: Oleg Negin y Andrey Zvyagintsev / Fotografía: Mikhail Krichman / Música: Philip Glass / Edición: Anna Mass / Diseño de producción: Andrey Ponkratov / Elenco: Alexey Serebryakov, Elena Lyadova, Vladimir Vdovitchenkov, Roman Madyanov, Anna Ukolova / Distribuidora: IFA Cinema / Duración: 141 minutos / Calificación: apta para mayores de 13 años / Nuestra opinión: muy buena

Como en El regreso, su ópera prima, y en Elena, su film más conocido, el retrato frío, implacable, riguroso de la Rusia actual, brutalmente expuesto o filtrándose metafóricamente en ambientes, personajes y situaciones, está presente en este crudo drama que abunda en referencias críticas a la realidad, al tiempo que construye una suerte de relectura moderna del libro de Job. El poderoso hechizo de las imágenes que desde el principio describen el desolado rincón del noroeste de Rusia junto al mar de Barents donde transcurre la historia -con sus despojos de otra época (casas destruidas, embarcaciones destripadas, y hasta el gigantesco esqueleto de una ballena que no puede sino asociarse con el mítico monstruo marino del título)- ya transmiten el sentido de desesperanza existencial y de soledad total que abruma al hombre y que domina el film entero.

La imponente grandiosidad del paisaje contrasta con la relativa pequeñez del drama humano. Si en el relato bíblico, Job, el rico y piadoso mercader, es despojado de sus bienes y perseguido por la enfermedad y por toda clase de desgracias, pero aun así renuncia a maldecir a Dios y cuya resistencia lo ha hecho símbolo de la fortaleza para superar todas las dificultades, el protagonista de Leviathan, un mecánico que vive en una casa junto al mar, con su joven esposa (víctima de la tediosa vida de provincia y trabajadora en una planta procesadora de pescado), y Roma, su hijo quinceañero fruto de un matrimonio anterior y en plena edad de rebeldía, enfrenta a un enemigo no menor. El alcalde, representante del sistema de corrupción que reina en la Rusia postsoviética, pretende apoderarse de la casa, pagándola muy por debajo de su valor. Kolya no tiene cómo defenderse del Estado, como bien ilustran dos escenas tribunalicias desarrolladas con ácida ironía.

Cuando el film comienza, Kolya recibe la ayuda de un abogado venido de Moscú y ex compañero de armas, que está al tanto de los abusos del alcalde, tiene...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR