Violencia: 'No tengo contactos con los barras'

El pasado miércoles 17 tuvo que pisar los Tribunales por primera vez como presidente de River. Fue como testigo en la investigación por los enfrentamientos de la barra en la confitería del club del 25 de noviembre último. Como viene sucediendo durante años, su mandato también sufrió la embestida de la interna de Los Borrachos del Tablón. Rodolfo D’Onofrio dijo haber declarado todo lo que sabe y al día siguiente elevó a la comisión directiva el pedido de suspensión de aquellos socios afectados por el derecho de admisión.

—¿Qué sintió cuando se enteró de los incidentes en la confitería del club?

—Indignación, ultraje, bronca, preocupación… Había muchas personas inocentes cuando estos vándalos entraron y en siete minutos hicieron un desastre. Me puse a disposición de todos y me contacté con los abogados de River para hacer una querella, y River así lo hará por aprobación de la comisión directiva.

—Se habla de Borrachos del Tablón oficiales y disidentes. ¿Qué siente cuando se menciona sobre una conexión con el club?

—Se llaman oficiales porque ellos se autoproclaman así porque ocupan el lugar, digamos, principal de la tribuna. Eso pasa en River, en Boca, y en todos los clubes. Son socios y van a la Sívori alta. Veo que hay dos sectores y que hacen desastres. Hay que terminar con esto, pero un club solo no puede. Hay que hacer algo para ir contra ellos como si fuera una bandera. Una bandera del fútbol argentino para acabar con la violencia. Pero solos no podemos. Porque hay un límite para nuestra intención, porque no son un problema del fútbol. Estos tipos están en todos lados. Averigüen dónde trabajan, a qué manifestaciones van, y no importan los colores políticos, porque están en todos lados. Trabajan en reparticiones públicas. Están en escena en diferentes ámbitos.

—Cuando los ve con nombre y apellido en los medios, ¿los reconoce, los tiene vistos? ¿Alguna vez se le acercaron?

—Por mi edad, en la vieja época, hace 30 años atrás, yo sabía quiénes eran de la barra, porque uno iba a la tribuna y se daba cuenta quiénes era los líderes de esa barra. Hoy no voy más, desde que perdí las elecciones, cuatro años atrás, nunca más fui de visitante. ¿Cuándo conocí a un barra en la época actual? Cuando en la campaña anterior, una vez fui a Ramos Mejía, a una reunión, y me presentaron a una persona, que después me enteré que era alguien importante de la barra de River. Me preguntó dos o tres cosas y nada más.

—¿Era Martín de Ramos?

—Debería ser. Nunca más...