Más violencia, menos introspección

Algo está cambiando en el universo de las series. En los últimos meses los relatos sobre hombres y mujeres en conflicto, los retratos de personalidades quebradas y enredadas viraron en cuentos violentos sin metáforas ni contextos que justifiquen la sangre y las armas. Tantas armas. Ya no se trata de historias de guerras seudo medievales como Game of Thrones y Vikings o policiales seudo intelectuales como True Detective (la primera temporada, la segunda nadie sabe bien qué fue) o profundas exploraciones sobre la psicología de hombres peligrosos como The Soprano o Breaking Bad.

Por estos días los guionistas parecen haberse aburrido de crear complejas razones para justificar a sus personajes descangallados y uno tras otro regresaron a viejas fórmulas que no necesitaban de tratados psicoanalíticos o sociológicos para explicar porqué sus personajes eran como era y hacían lo que hacían. Aquellos sangrientos viejos tiempos de Harry, el sucio y El vengador anónimo, películas repletas de señores que disparaban antes de preguntar y que cuando preguntaban en realidad estaban interesados en escuchar las respuestas. ¿Te sentís con suerte? Bang. Y a otra cosa.

De ellos aparentan haber aprendido los protagonistas de Animal Kingdom, Arma Mortal, Luke Cage y Kingdom. una colección dehombres de armas tomar, familias siempre a punto de estallar como un polvorín y otras que se construyen y se rompen a las piñas.

Podría imaginarse que la nueva camada de personajes televisivos masculinos con su afecto por la pelea, por resolver sus entuertos a los gritos y puñetazos, refleja algo del estado de la sociedad de los Estados Unidos donde todos estos programas son producidos. La relación es bastante directa: en la calle muchos ciudadanos se sienten amenazados por los casos de gatillo fácil policial o por los repetidos ataques de personas desequilibradas con acceso a armas de asalto. En medio de ese estado de indefensión ciudadana muchos apuestan por identificarse con esos "héroes" de las series que no se dejan intimidar, que no le temen a nada y que siempre salen vivos de las situaciones más peligrosas. Algo que, claramente, no ocurre en la vida real.

Y si son los malos del cuento, los forajidos, tal vez la fantasía sea aun más satisfactoria. Eso aporta Animal Kingdom, que hoy estrena su segundo episodio en la señal AMC.

Adaptada de la película australiana del mismo nombre que se estrenó en 2010, la ficción sigue los pasos de Joshua "J" Cody, un adolescente que luego...

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