Violencia de género: lastimar a los hijos para golpear donde más duele

En la que sería la última foto del niño de dos años con vida, se ve a Martín Ezequiel Álvarez Giaccio y a su hijo sonrientes

"Te dejo en el hotel lo que te mereces" , le escribió por mensaje de texto Martín Ezequiel Álvarez Giaccio a su expareja y madre de su hijo. Hoy el hombre es intensamente buscado por Interpol por ser el presunto asesino del pequeño de dos años , que fue encontrado asfixiado, debajo de la cama, en una habitación de hotel en Barcelona, donde habían ido juntos. El episodio conmociona a España y al mundo. En junio, el caso de las hermanitas también españolas, Olivia y Anna , de 6 y un año, asesinadas por su padre, Tomás Gimeno, ya había puesto sobre la mesa una forma de violencia machista invisibilizada y silenciosa, que suele ganar espacio en la agenda mediática únicamente cuando el desenlace es el peor de todos.

Se la conoce como "violencia vicaria" o "por sustitución" y es una modalidad de maltrato contra las mujeres en que los agresores utilizan a las hijas y los hijos "como objetos" para hacerle daño a sus madres. Las especialistas consultadas por LA NACION advierten que las agresiones pueden incluir distintos modos de violencia psicológica (como insultos o descalificaciones) o física (desde golpes hasta sexual), que suelen ir in crescendo y que, por lo general, se desatan después de un divorcio o una separación .

El homicidio de niños y niñas es la forma más extrema de este tipo de violencia. En nuestro país, la Casa del Encuentro acuñó desde 2008 e instaló, a través de su Observatorio de Femicidios en Argentina "Adriana Marisel Zambrano", el concepto de "femicidio vinculado " para hacer referencia a las "las víctimas colaterales" de estos crímenes. La figura incluye tanto a las personas con un vínculo familiar o afectivo con la mujer −en general, sus hijos o hijas, pero también pueden ser hermanos o madres, por ejemplo−, que fueron asesinadas por el femicida con el objeto de castigarla y destruirla psicológicamente, así también como a las asesinadas por el violento al intentar impedir el femicidio o que quedaron atrapadas "en la línea de fuego".

Según cifras de la Casa del Encuentro, desde 2008 a 2020 hubo 158 las niñas y niños víctimas de femicidios vinculados por parte de sus padres o padrastros. El año pasado, fueron 11 los casos. Las cifras muestran también que en 58 de estos casos, los femicidas se suicidaron después de cometer los asesinatos de las chicas y los chicos, mientras que 22 de ellos intentaron...

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